Es fundamental considerar el concepto de equidad financiera para lograr el bienestar en la relación de pareja.
En febrero, el mes del amor por excelencia, es esencial recordar la importancia de establecer metas como pareja que les brinden un propósito compartido. ¿Quizás remodelar la habitación del bebé, amueblar su primer apartamento o comenzar el negocio de sus sueños?
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Cada pareja tiene objetivos diferentes y con ello vienen distintas maneras de llevarlos a cabo, entre ellas se encuentran los créditos financieros formales a los cuales sólo 19.3 millones de mexicanos han accedido, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF).
Pero ¿cómo sé si es posible compartir un crédito con una pareja?, ¿qué debo analizar antes de tomar este paso? DiDi brinda algunos consejos:
• Ir a por el sí. El paso básico es platicar con la pareja sobre la idea de mezclar y hablar abiertamente sobre sus finanzas. Antes de tomar una decisión, hay que recordar que la base está en la comunicación; hay que preguntar a la pareja sus opiniones y sentimientos al respecto.
• Honestidad al 100. Si se obtiene un sí, ya se lleva las de ganar, ahora lo siguiente es evaluar la situación financiera independiente y compartida. Hay que revisar sus pagos fijos y deudas, a cuánto ascienden y de dónde vienen; además de compartir información sobre los ingresos, cómo y cuándo se obtienen y a dónde se destinan.
• ¿Cuál elegir? Buscar alternativas de créditos que se ajusten a lo que necesitan, por ejemplo, rapidez para aplicar; las tasas de interés, o si hay o no revisión del historial crediticio. También es importante evaluar que los productos incluyan varias opciones de pago; que sea digital y de fácil acceso. Por ejemplo, con DiDi Préstamos pueden conseguir hasta 30,000 pesos con tasas de interés anual desde 72% y en un proceso 100 por ciento digital.
• Y la que planifique. Si ya se ha elegido un producto que convenga, se deberá hacer un plan que contemple quién será el solicitante; conocer términos y condiciones; cada cuándo se debe pagar; quién recaudará el dinero de ambos para los pagos, y cuánto aportarán al mes. En este punto es clave aplicar el concepto de “equidad financiera”, que básicamente describe el no tomarse tan en serio lo de “vámonos a mitades” y hacer una división equitativa de los gastos. Lo mejor para el bienestar financiero de ambos es que cada uno, dependiendo de cuánto gana, aporte de manera proporcional para pagar la deuda. Será muy importante que ambos sean responsables en el manejo y pagos del crédito.
No hay que tener miedo de continuar explorando diversas opciones para lograr sus objetivos, ya sea en pareja o de manera independiente. Sin embargo, es sano que ambos tengan esa libertad de poder traer estos temas a la mesa con sinceridad sobre su situación financiera y el deseo de lograr cosas juntos.