Son cuatro las enfermedades que entran en esta estadística, 1 de cada 25 personas en el mundo es portadora de una de ellas
Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) están lejos de ser erradicadas, a pesar de que su prevención está incluida en la mayor parte de las clases de educación sexual, su aumento es alarmante, según reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día un millón de personas contrae una de estas enfermedades.
Una de cada 25 personas en el mundo, de entre 15 y 49 años, es portadora de una de estas enfermedades, en muchos casos, ni siquiera saben que lo son.
Aunque estas enfermedades tiene cura, pueden dejar secuelas si no se detectan a tiempo, además constituyen una epidemia “oculta, silenciosa y peligrosa”, según Melanie Taylor, principal autora del informe y epidemióloga médica del Departamento de Salud e Investigación de la OMS. Las ETS de la lista son:
- Clamidia.- La causa la Chlamydia trachomatis. En las mujeres se aloja en el cuello del útero y en los hombres en la uretra. En ambos sexos puede contraerse también en el recto y la garganta. Normalmente no presenta síntomas y las mujeres pueden transmitirlo a los hijos durante el parto.
- Gonorrea.- Junto con la clamidia, es la principal causante de enfermedad inflamatoria de la pelvis, desenlace adverso del embarazo e infertilidad. La bacteria que la causa está adquiriendo resistencias a los medicamentos que la curan y se puede convertir en un gran problema de salud pública.
- Sífilis.- Se la llama la gran imitadora por su diversidad de síntomas posibles, que a menudo se parecen al de otras enfermedades. En sus últimas etapas, puede causar enfermedades cardiovasculares y neurológicas graves, incluso la muerte.
- Tricomoniasis.- A diferencia de las otras tres, que son bacterianas, esta está causada por un parásito, llamado Trichomonas vaginalis. Es la ETS tratable más común del mundo y sus síntomas pueden variar.
“Estas infecciones indican que las personas están tomando riesgos con su salud, con su sexualidad y con su salud reproductiva”, informó la Dra. Taylor.
Las graves consecuenciasde no tratar estas enfermedades a tiempo pueden ser: infertilidad en hombres y mujeres, muertes fetales, embarazos ectópicos, enfermedades neurológicas y cardiovasculares, y un mayor riesgo de contraer VIH.
“Sólo la sífilis causa más de 200.000 muertes neonatales y muertes fetales al año”, añadió Taylor.
La OMS dijo que hay más de 376 millones de casos nuevos cada año, y las cifras representan casos, no individuos, explicó Taylor, ya que las personas pueden infectarse con múltiples ETS o pueden volver a infectarse dentro de un año con una o más ETS.
“Estas infecciones son tratables y curables con antibióticos pero, desafortunadamente, la mayoría de estas infecciones ocurren sin síntomas y, por lo tanto, los pacientes, las personas, no se dan cuenta de que tienen la infección, no se dan cuenta de que están en riesgo. No van a las pruebas ni siguen el tratamiento y, por lo tanto, la oportunidad de transmitir la infección es bastante alta”, agregó Taylor.
Es claro que no se está actuando responsablemente en la vida sexual, pues estas enfermedades se transmiten por tener sexo oral, vaginal o anal. También pueden transmitirse de la madre al hijo, ya sea en la gestación o en el parto. Sólo la sífilis se puede adquirir al entrar en contacto con sangre infectada.
Las cifras que se publican ahora provienen de 2016 y son prácticamente idénticas a las anteriores, de 2012: 156 millones de nuevos casos de tricomoniasis, 127 de clamidia, 87 de gonorrea y 6,3 de sífilis. El estudio no incluye las infecciones de transmisión sexual (ITS) víricas incurables: hepatitis B, virus del herpes simple (HSV), VIH y virus del papiloma humano (VPH).
Otro dato alarmante
El primer foco rojo que se enciende con este dato es la falta de uso de preservativo, estas enfermedades son prevenibles y un condón es suficiente para ello.
El segundo y más alarmante es la falta de antibióticos y la resistencia a los mismos. La primera línea de antibióticos para tratarlas está comenzando a fallar y, en los casos más graves, las bacterias resisten a la segunda y tercera línea, convirtiendo estos males en potencialmente mortales.
El doctor Tim Jinks (ajeno al estudio), jefe del programa de infección de drogas resistentes de la organización benéfica de investigación médica Wellcome, dijo en una declaración que la gran cantidad de casos de gonorrea eran de “gran preocupación”, citando los casos de “supergonorrea” del año pasado en el Reino Unido y Australia que “son prácticamente imposibles de tratar”.
El sector más vulnerable
Aunque la incidencia (es decir, el número de infecciones) es similar entre hombres y mujeres, la prevalencia (el número de personas que viven con ellas) es muy superior entre ellas.
Es una cuestión biológica: los órganos sexuales femeninos son un entorno más propicio para la supervivencia de los organismos que causan estas cuatro ETS; los hombres se curan de forma más rápida y sencilla.
Además de la carga de género, hay también consecuencias para los hijos, ya que las madres embarazadas con estas infecciones pueden transmitirlas a su descendencia y causar deformaciones, alumbramientos prematuros, problemas cognitivos y físicos en el feto y, en el peor de los casos, la muerte.
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