Los pacientes con cáncer que desarrollan habilidades psicoemocionales correctas y se apoyan en terapias alternativas mejoran notablemente su salud.
Cuando una persona enfrenta alguna crisis de salud es muy importante que las personas que lo rodean le brinden apoyo físico, emocional y espiritual, ya que un estado de ánimo decaído impacta en la visión que el paciente tiene sobre la vida y sobre las opciones que existen a su alrededor.
De acuerdo con Judith T. Moskowitz, profesora de ciencias sociales y medicina en la Universidad Northwestern Feinberg School of Medicine en Chicago, las personas que se enfrentan a enfermedades agresivas como el cáncer, leucemia, SIDA o enfermedades degenerativas en grado avanzado, necesitan desarrollar ciertas habilidades psicoemocionales que les ayuden a fomentar emociones positivas.
Entre las habilidades emocionales que más se recomiendan son el reconocer una cosa positiva que te haya sucedido cada día, aún si es de poca relevancia, esta actitud te permitirá extender tu satisfacción por la vida diaria y abrir tu visión más allá de la situación por la que atraviesas.
También te ayudará hacer una lista de tus fortalezas personales y analizar la forma en que las empleas, establecer algunos objetivos alcanzables relacionados con tu cuidado físico y/o personal, concentrándote en el aquí y ahora, y dejando de lado el pasado o el futuro.
Este tipo de herramientas forman parte de la medicina complementaria y alternativa que ayuda a todos los seres humanos a controlar el estrés, la ansiedad, la tristeza, el dolor y el miedo hacia lo que enfrentan en su salud.
Asimismo, existen otro tipo de terapias como la acupuntura, la metidación y la quiropráctica que pueden ayudar a los pacientes con cáncer a enfrentar los efectos secundarios del tratamiento de médico, disminuir las preocupaciones y el estrés ante los diferentes procedimientos que viven en la lucha por su salud, ampliar su visión y empoderarse de su vida al sentir que están haciendo algo más para ayudar en su propio cuidado.
Si bien los tratamientos complementarios y alternativos no funcionan para todos, te compartimos aquellos que pueden ayudarte con los signos y síntomas provocados por el cáncer o los tratamientos para éste, siendo lo más importante hablar con tu médico para asegurarse que todos los aspectos del tratamiento funcionen en forma conjunta.
Acupuntura.
Los estudios muestran que la acupuntura puede ser útil para aliviar la náusea y los vómitos provocados por la quimioterapia, además de que puede ayudar a aliviar ciertos tipos de dolor en las personas con cáncer. La acupuntura es segura si la realiza un profesional que utiliza agujas estériles. Sin embargo, hay que saber que está contraindicado si se toma algún anticoagulante o se tiene un recuento sanguíneo bajo.
Aromaterapia.
El uso de aceites con aroma puede ser utilizado para provocar una sensación de calma, ya sea a través de un masaje corporal o agregándolo al agua con la que te bañas. La aromaterapia puede ser útil para aliviar las náuseas, el dolor y el estrés. Aunque la aromaterapia puede ser realizada por un profesional o por cuenta propia, considera que ciertos aceites pueden provocar reacciones alérgicas en la piel, por lo que es importante asesorarte con un profesional.
Ejercicio.
El ejercicio ligero puede ayudarte a aliviar la fatiga y la tensión, así como a dormir mejor, además que mejora tu calidad de vida, y controla los signos y síntomas durante y después del tratamiento. No obstante, consulta a tu médico antes de iniciar con un programa de ejercicio, para no debilitar tu organismo.
Hipnosis.
Una sesión de hipnoterapia puede ayudar a mejorar la concentración y relajar tu cuerpo, controlando la ansiedad, la tensión, el dolor y el estrés. Los terapeutas en hipnosis ayudan a enfocarte en objetivos como evitar las náuseas y los vómitos anticipatorios que pueden ocurrir si la quimioterapia te ha hecho vomitar en el pasado.
Masaje.
Los masajes alivian la tensión muscular, el estrés y estimulan la relajación para piel, músculos y tendones. Además, también ayudan a controlar la ansiedad y la fatiga. Muchos centros para el cáncer cuentan con terapeutas especializados, o tu médico puede referirte con un terapeuta que sepa aplicar presión enfocada o general, pero ten en cuenta que las personas que tienen un recuento sanguíneo bajo o cicatrices quirúrgicas, áreas del tratamiento de radiación sensibles o los tumores palpables no son candidatos para esta técnica alternativa.
Terapia musical.
Durante las sesiones de terapia musical, puedes escuchar música, tocar instrumentos, cantar o escribir canciones. Un terapeuta musical capacitado puede guiarte a través de actividades diseñadas para cumplir con tus necesidades específicas, o puedes participar en una terapia musical de grupo. La terapia musical puede ayudarte a aliviar el dolor y controlar las náuseas y los vómitos.
Contenido relacionado