Cuando no se recibe el tratamiento adecuado para el Pie Equino Varo, los niños pueden sufrir discapacidad en su desplazamiento y dolor crónico
El 3 de junio se celebra el Día Mundial del Pie Equino Varo, una condición física que afecta a 200 mil niños alrededor del mundo que anualmente nacen con esta malformación la cual lejos aún es vista como una discapacidad y no como un área de oportunidad investigativa.
Esta día busca visibilizar a este sector poblacional, los cuales siguen siendo discriminados y rezagados por las autoridades sanitarias de diferentes países, los cuales no cuentan con una atención especializada para su condición, ni con programas incluyentes para su rehabilitación.
La fecha fue elegida para conmemorar el nacimiento del Dr. Ignacio Ponseti, diseñador del Método Ponseti que trata la deformidad congénita a través de un tratamiento efectivo, algunas veces no quirúrgicos y que bien podrían ser financiados por el Estado.
El pie equino varo en realidad son una variedad de anomalías del pie que por lo general están presentes al momento del nacimiento (congénitas) en las que el pie de tu bebé presenta una forma o posición torcida.
Los menores afectados por esta malformación tienen los tejidos que conectan los músculos al hueso (tendones) más cortos que lo habitual, y su condición puede ser ser leve o grave dependiendo del ángulo que alcance la rotación del tobillo, el cual lo podría llegar a incapacitar para caminar.
Aunque aún se desconocen las causas que generan esta malformación, se sabe que los niños tienen el doble de probabilidades de padecerlo que las niñas. El fumar durante el embarazo también puede aumentar significativamente el riesgo de que el bebé nazca con este padecimiento, así como si en el periodo de gestación existió una baja en el líquido amniótico.
El diagnóstico de esta condición puede darse a partir de la semana 16 de gestación, aunque en la mayoría de los casos se observa hasta el nacimiento del bebé.
Una de las técnicas para corregir el pie equino varo es el método Ponseti, un tratamiento no quirúrgico, de bajo costo, que incluye la manipulación suave de los pies seguida de la aplicación de yeso de París y una férula temporaria.
Los yesos se cambian cada semana por un periodo de ocho a 12 semanas, dependiendo de la deformidad del pie y de la edad del bebé; siendo la última etapa una cirugía mínimamente invasiva llamada tenotomía, la cual consiste en un corte del tendón de Aquiles.
Aunque el pie corregido tiene el mismo movimiento, función y apariencia que un pie normal y sin dolor, algunos de los pacientes deben continuar con tratamientos de movilidad, terapias de rehabilitación y el uso de zapatos correctivos hasta los 18 años.
Sin embargo, esto sólo ocurre cuando no se recibe el tratamiento adecuado lo que pone en riesgo la capacidad de desplazamiento del niño y la aparición de dolor crónico ya que los huesos continúan creciendo en una posición incorrecta moldeando los mismos de forma anormal.
En nuestro país existen dos centros especializados en la atención del pie equino varo, se trata de la Fundación Mexicana del Pie Equino Varo, A.C y el Hospital Shriners para Niños, los cuales orientan y auxilian a las familias de los menores que padecen esta condición, la cual en el sector público tiene poca visibilización y en ocasiones, atención tardía.
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