La diversidad cultural ha sido una fuente de resiliencia, consuelo, bienestar y conexión durante esta época de confinamiento masivo por la pandemia
Superar la división entre las culturas es urgente y necesario para la paz, la estabilidad y el desarrollo. Y es que la diversidad cultural posee un valor intrínseco tanto para el desarrollo como para la cohesión social y la paz.
La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Todo esto está presente en las siete convenciones de la cultura, que proporcionan una base sólida para la promoción de la diversidad cultural.
Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural.
Simultáneamente, el reconocimiento de la diversidad cultural – mediante una utilización innovadora de los medios y de los TIC en particular – lleva al diálogo entre civilizaciones y culturas, al respeto y a la comprensión mutua.
Así, la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural se aprobó en 2001 y, a continuación, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, a través de su resolución 57/249 de diciembre de 2002.
En 2011, la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas lanzaron la campaña «Haz un gesto por la Diversidad y la Inclusión» con el propósito de animar a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a que tomen medidas concretas de apoyo a la diversidad.
Finalmente, en 2015, la Segunda Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad la resolución sobre Cultura y Desarrollo Sostenible, afirmando la contribución de la cultura a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: reconocer la diversidad del mundo mucho más allá de lo natural y lo cultural, reafirmar que las culturas y civilizaciones pueden contribuir al desarrollo sostenible, y su papel como factores habilitadores cruciales.
Se trata de un día internacional en el que debemos profundizar en lso grandes valores de la diversidad cultural:
- Concienciar sobre la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión.
- Lograr que todas las personas nos comprometamos y apoyemos la diversidad mediante gestos reales en nuestro día a día.
- Combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas.
Así, la pandemia de COVID-19 ha revelado y magnificado la volatilidad preexistente de las industrias creativas.
Y es que, debido a la naturaleza compleja de su trabajo, los profesionales culturales se ven particularmente afectados y las medidas de cierre en todo el mundo impactan directamente en toda la cadena de valor creativa, que contribuyen con 2,250 millones de dólares a la economía global (3 % del PBI global) y representan 29.5 millones de empleos en todo el mundo.
Debido a esto, la ONU señala que no tomar medidas que rescaten el ámbito cultural y ámbito turístico podría generar consecuencias económicas “desastrosas”, profundizar las desigualdades y aumentar la vulnerabilidad de las distintas comunidades.
IPR
Contenido relacionado
En riesgo de desnutrición grave 10 millones de niños, debido a la pandemia