El Día Internacional de Solidaridad ha cobrado una importancia aún mayor con la intensificación de las agresiones contra las Naciones Unidas
Corría el año 1985 cuando el periodista Alec Collet, que trabajaba en la fuente oficial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue asesinado a manos de rebelde libaneses, como venganza por la decisión de la entonces Primer Ministro de Reino Unido, Margaret Thatcher, por permitir a las tropas de Estados Unidos lanzar bombardeos aéreos contra Libia desde suelo británico.
El periodista fue colgado en la horca y su ejecución fue difundida por medio de un video. Junto a él otros tres rehenes, un bibliotecario estadounidense y dos profesores británicos, corrieron la misma suerte poco después de que un avión norteamericano bombardeó Trípoli y Benghazi y mató a numerosos civiles, incluida la hija adoptiva de Muamar Kadafi.
En honor a estas ejecuciones, cada 25 de marzo la ONU conmemora el Día Internacional de Solidaridad con los Miembros del Personal Detenidos y Desaparecidos, como una forma de alentar a los gobiernos a hacer más en su poder para proteger al personal de la ONU en sus puestos de trabajo.
Collett había trabajado para la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente cuando fue secuestrado por un hombre armado el 25 de marzo de 1985, pero fue hasta 2009 cuando cu cuerpo fue encontrado en el Valle de Bekaa en el Líbano y finalmente regresó a su familia.
A lo largo de los años, muchos miembros del personal de las Naciones Unidas han sido secuestrados mientras trabajaban para la ONU y muchos más continúan enfrentando amenazas a su libertad y seguridad.
Según el Departamento de Seguridad y Protección de las Naciones Unidas, al menos 28 miembros del personal civil de las Naciones Unidas fueron detenidos o arrestados en 2010 en casos que se consideraron relacionados con el trabajo.
Tan sólo en el año 2016 siete colaboradores de la ONU fueron secuestrados por agentes no estatales; cuatro de ellos fueron tomados como rehenes, y finalmente liberados.
Además 20 funcionarios civiles de la Organización siguen detenidos. Seis de ellos están detenidos sin que se diera explicación alguna del motivo a las Naciones Unidas.
En los últimos años, el Día Internacional de Solidaridad ha cobrado una importancia aún mayor con la intensificación de las agresiones contra las Naciones Unidas.
Se trata de un día para impulsar la adopción de medidas, exigir justicia y reforzar nuestra decisión de proteger a los funcionarios y al personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, así como a los colegas de la comunidad de organizaciones no gubernamentales y la prensa.
“Ya sea en sus países de origen o en el extranjero, los miembros del personal de las Naciones Unidas tienen una admirable vocación de servicio. Su seguridad debe ser nuestra prioridad. En este Día Internacional de Solidaridad, exhorto a los Estados Miembros y a la comunidad internacional a que refuercen su determinación de darles la protección que necesitan, de modo que puedan continuar su trabajo de paz y prosperidad para todos”. —António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
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