La homeopatía es avalada y defendida por muchos, en cambio hay una buena parte de la comunidad médica la considera como una pseudociencia
Hablar de homeopatía es referirse a un sistema de medicina alternativa creado en 1796 por Samuel Hahnemann, basado en en la hipótesis de que “lo similar cura lo similar”, la cual se basa en que una sustancia que causa los síntomas de cierta enfermedad en personas sanas, curará lo similar en aquellas que estén enfermas.
De hecho, el Día Internacional de la Homeopatía está relacionada con el nacimiento de Hahnemann en 1755, quien además de haber introducido en la sociedad la práctica de la cuarentena, experimentó con sustancias para observar su toxicidad, siendo a partir del 1796 cuando comenzó a hablar de la homeopatía.
Avalada y defendida por muchos, en cambio hay una buena parte de la comunidad médica que se considera detractora de sus postulados, considerándola como una pseudociencia.
Al considerarla un remedo de ciencia, quienes están en contra de su implementación, señalan que las preparaciones utilizadas para nada son efectivas, limitándose a un efecto placebo que únicamente brinda la sensación de mejoría, cuando en realidad lo que se registra es la recuperación normal del organismo ante el padecimiento que lo aqueja, en el mejor de los casos.
En este sentido, se acentúa el papel que juegan las emociones en las enfermedades, asignándoles un peso mucho mayor que el que se les da en el modelo occidental clásico.
La homeopatía se recomienda principalmente para tratar malestares como cefaleas (dolores de cabeza), trastornos digestivos y enfermedades de origen nervioso, además de estimular el sistema inmunitario para combatir enfermedades infecciosas.
Sin embargo, no tendrá ningún efecto positivo sobre el cáncer, los tumores o las psicosis.
Pero, ¿cómo se elaboran los remedios homeopáticos? Se sumerge por horas plantas medicinales en un excipiente a base de agua, alcohol y azúcar
(también se pueden preparar por trituración en lactosa), para que este “guarde en su memoria” las propiedades curativas de la materia prima, de tal forma que la sustancia que provoca la enfermedad queda reducida a una cantidad infinitesimal.
En el caso de México, la Homeopatía ha tenido presencia desde 1850, fecha que marca el inicio de su práctica en el país, con el reconocimiento de Benito Juárez, primero por médicos españoles y posteriormente por médicos mexicanos que la realizaban en forma privada.
En 1862, el presidente Juárez expidió el primer acuerdo para el ejercicio oficial de la homeopatía en México, siendo Pablo Fuentes Herrera, el primer médico que obtuvo la autorización el 23 de abril de 1862 y después de una agitada trayectoria, desde la Ley General de Salud reconoce desde 1997 los medicamentos homeopáticos, herbolarios y los remedios herbolarios.
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