La policía de la CDMX fue tras la pista de un violador serial de mujeres en la delegación Coyoacán, que se ocultaba bajo la fachada de un tranquilo hombre de familia
Esta semana nuestro compañero Carlos Jiménez en “Tras la pista” nos comparte un caso que conmocionó a la opinión pública de la Ciudad de México de un violador serial de la delegación Coyoacán que cometía sus tropelías bajo la fachada de ser un hombre tranquilo.
Cualquiera que se lo toparía en la calle no pensaría que ese hombre de familia, en realidad era un siniestro delincuente del que ya había retratos hablados, descripciones, análisis y datos; toda una investigación en su contra.
Durante meses fue uno de los delincuentes más buscados en la capital mexicana después de violar al menos a ocho mujeres en un campo deportivo de Coyoacán.
Sulma Campos Mata, titular de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales en la capital del país, fue quien encabezó la búsqueda para ponerle rostro, nombre, y detener al violador que atacó a esas mujeres después de recibir la primera denuncia por este tipo de agresiones, en junio de 2017.
“Estaba un individuo, un sujeto escondido detrás de un árbol de momento en que ella comienza a hacer ejercicio, él se acerca con ella la amaga con un arma de fuego y la somete para trasladarla hacia atrás del arbusto… y comienza a agredirla sexualmente”, relata la fiscal.
Con las características brindadas por una primera víctima, el equipo de investigadores pudo elaborar un primer retrato hablado. Pero sólo un mes después este depredador sexual atacó de nueva cuenta, y semanas más tarde otra vez.
Conforme asaltaba, fueron recabando más pistas para localizarlo. Así, el equipo de investigación analizó horarios, lugares y modo de operar, hasta que dieron con el video de una cámara de seguridad en donde se le ve merodeando por la zona, descubriendo que se trataba de un vecino que vivía cerca del lugar de las agresiones, conocido como “el pecas”.
Una vez recabada esta información, los investigadores pusieron una cámara oculta en su patrulla para ir a buscarlo y así obtener su imagen. Gracias a esto, las víctimas pudieron identificarlo y señalarlo como su agresor, para finalmente ser detenido.
Pero la investigación de la Fiscalía fue más allá y no quedo duda alguna al obtener “ocho perfiles de ADN con las muestras de cada una de las víctimas, los cuales son concedentes, indica la fiscal Campos Mata.
De esta manera, tras 5 meses de trabajo de gabinete y campo, una investigación dirigida de manera precisa y el análisis exacto de la forma de operar, este violador serial de mujeres ya se encuentra preso en un penal capital.
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