La maestra, Ashley Barrera, envió un mensaje a los padres explicando que el castigo tenía como objetivo enseñar a los niños a cuidar sus pases de salida.
Una maestra de Texas fue despedida tras castigar a sus estudiantes de primer grado al prohibirles usar el baño, lo que resultó en cinco accidentes y una indignación viral en redes sociales. El incidente ocurrió en la Escuela Primaria Bartlett, en el Distrito Escolar Independiente de Conroe, cerca de Houston. Según un padre y una carta de la maestra, los niños perdieron su “privilegio de usar el baño” por perder las tarjetas que les daban permiso.
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La maestra, identificada como Ashley Barrera, envió un mensaje a los padres tras el incidente, explicando que el castigo buscaba enseñar a los niños a cuidar sus tarjetas.
“Desafortunadamente, teníamos algunos amigos que realmente necesitaban ir al baño y terminaron orinándose encima”, admitió Barrera en el mensaje, ofreciendo disculpas por el incidente.
La carta también incluía una invitación a los padres a colaborar en enseñar a los niños la importancia de respetar las reglas. Sin embargo, los padres no recibieron bien esta sugerencia. Amber Johnson, madre de uno de los estudiantes afectados, expresó en redes sociales: “Estos niños fueron traumatizados y humillados”. La directora de la escuela, Charita Smith, tomó cartas en el asunto y notificó a los padres que Barrera sería apartada de su cargo mientras se llevaba a cabo una investigación. Poco después, el distrito confirmó que la maestra ya no formaba parte del personal.
“El incidente no refleja los altos estándares de nuestros educadores”, afirmó un portavoz del distrito de Conroe.
También se comprometieron a apoyar a las familias afectadas y garantizar que situaciones similares no se repitan. Aunque el distrito actuó con rapidez, algunos padres, como Johnson, consideran que no es suficiente.
“Quiero asegurarme de que ella no esté enseñando a ningún otro niño, aquí o en cualquier otro lugar”, dijo Johnson al Houston Chronicle.
Otros padres cuestionaron cómo una política aparentemente inofensiva pudo convertirse en una situación traumática para estudiantes de tan solo seis o siete años. “Es fundamental que recordemos que estamos tratando con niños pequeños. Las políticas punitivas no tienen cabida aquí”, comentó un experto en educación al ser consultado sobre el caso.
La idea de prohibir a niños pequeños usar el baño como castigo ha generado un debate sobre el manejo disciplinario en las aulas. En este caso, el intento de enseñar responsabilidad terminó en un desastre de relaciones públicas para la escuela y en una experiencia humillante para los estudiantes. Las redes sociales también tuvieron su palabra.
“Un usuario escribió en X: “Prohibir el baño es una táctica medieval. ¿Qué sigue, azotes por no hacer la tarea?”. Otro comentó: “Si los niños no pueden ni ir al baño, ¿qué clase de educación estamos impartiendo?”.
El incidente en Conroe pone en relieve la importancia de políticas disciplinarias bien pensadas y de recordar que los estudiantes son, ante todo, niños. Mientras el distrito intenta reparar el daño, queda por ver si esta situación servirá como una lección para otras escuelas. Barrera no ha emitido comentarios públicos sobre el tema, y su página en el sitio web del distrito fue eliminada tras el incidente. Sin embargo, su nombre probablemente permanecerá asociado con uno de los episodios más surrealistas en la historia reciente de la educación primaria.