Analistas estimaron que la nota crediticia de México no entrará en terreno especulativo en lo que resta de este sexenio.
La calificadora Moody’s le echó a perder el festejo al Gobierno por las buenas noticias que le había dado la también calificadora de riesgo S&P.
Moody’s degradó el viernes la calificación crediticia de México a Baa2 desde Baa1, aunque modificó su perspectiva de negativa a estable, con lo que se reduce la posibilidad de una próxima reducción.
La agencia argumentó que la baja está asociada a tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio de México, alineándolo con el de países con la misma calificación.
“Moody’s espera que la actividad económica continúe siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales, factores que impedirán revertir el impacto que la pandemia tuvo sobre la actividad económica llevando a que haya una brecha persistente entre el nivel del PIB proyectado para los próximos años y el que hubiera tenido lugar si se hubiera mantenido la tendencia histórica anterior a la pandemia”, argumentó.
Tras el anuncio, Hacienda respondió que a pesar de la reducción en la calificación, la deuda mantiene una posición robusta ante los mercados internacionales y que cuenta con amortiguadores financieros suficientes para enfrentar escenarios de riesgo global.
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Apenas el miércoles S&P informó que mejoraba la perspectiva de la calificación del país de negativa a estable debido a la ejecución de políticas fiscales y monetarias más cautelosas. La empresa mantuvo la nota de la deuda mexicana de largo plazo en moneda extranjera en BBB, y en BBB+ para moneda local.
Analistas económicos coincidieron en que, si bien Moody’s argumentó que las finanzas se podrían deteriorar en los próximos años, esto no implicaría que México pierda el grado de inversión, pues las tres principales calificadoras mantienen al soberano en perspectiva estable, lo que indica que no se prevén rebajas en al menos 12 meses, salvo casos extraordinarios.
Analistas de Banorte concordaron que México no entrará en terreno especulativo en los siguientes años. “A pesar del ajuste, considerando el nivel de la calificación pensamos que México mantendrá el grado de inversión en el corto y mediano plazo”, indicaron.
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CAB