Solía abarcar más de 450 km2 y servía de hogar para miles de peces y aves, siendo la pesca la principal fuente de ingresos local.
Desaparición del lago Cuitzeo por sequía. Anteriormente considerado como el segundo lago natural más grande de México, hoy en día aproximadamente el 70% de su extensión, es decir, 452 kilómetros cuadrados, se encuentra completamente seco.
La pesca era una actividad económica crucial en la región, llegando a capturarse hasta cinco mil toneladas al año de productos como el charal. Sin embargo, para los habitantes de Cuitzeo, el lago ahora es solo un recuerdo que solían contemplar mientras transitaban por las carreteras cercanas.
Según Arturo Chacón Torres, biólogo del Instituto de Investigaciones Sobre Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, hace tres décadas, el lago de Cuitzeo tenía una profundidad de cinco metros y albergaba más de nueve variedades de pescado, pero en la actualidad solo se pueden encontrar mosquitos.
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En comunidades como Mariano Escobedo, parte de Cuitzeo, las cooperativas pesqueras han colapsado y muchos pescadores se ven obligados a viajar hacia lo que queda del lago en el territorio de Guanajuato, donde incluso son rechazados por otros pescadores locales. La situación del estero también ha generado enfermedades e incendios, provocando tolvaneras que cubren de polvo a varias localidades, incluyendo algunas en Guanajuato. Según el investigador de la UMSNH, las comunidades afectadas por las tolvaneras gastan hasta 7 millones de pesos en medicamentos.
Los incendios en la zona del lago son reportados casi a diario, con algunos ocurriendo durante el último fin de semana, llegando el humo incluso a los municipios de Tarímbaro y Morelia.