El hallazgo fue confirmado por la Policía de Florida, aunque la imagen de Google Earth llevaba subida 12 años, apenas descubrieron el vehículo
La tecnología ha vuelto a hacer una gran labor, ahora fue Google Earth la herramienta que ayudó a resolver un misterio, pues gracias a una imagen satelital encontraron a un hombre que desapareció hace 22 años en Florida.
Y no, no se trata de una broma, el hallazgo fue confirmado por la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach.
El esqueleto de William Moldt, de 40 años, se encontraba dentro de un automóvil sumergido en un estanque de Wellington, junto al complejo de viviendas ubicado en The Grand Isles.
“Sorprendentemente, el vehículo había estado claramente visible en una imagen de satélite de Google Earth desde el 2007, pero nadie se percató de ello hasta 2019, cuando un inspector de propiedades vio el coche al revisar la zona en Google Earth”, explicó The Charley Project.
La organización no gubernamental The Charley Project cuenta con un archivo de más de 13.000 casos de desaparecidos en EEUUque se han quedado fríos, olvidados y perdidos en las carpetas de las comisarías. Uno de los nombres que figuraba en los archivos de la organización benéfica era el de William Moldt, un hombre de Lantana desaparecido en noviembre de 1997.
Gracias a un antiguo residente del complejo residencial The Grand Isles, quien vio la silueta del auto mientras realizaba una búsqueda de la zona en el servicio satelital de Google, se realizó el hallazgo.
Informó al respecto al propietario más cercano al sitio, que a su vez verificó el hallazgo por medio de un dron y contactó a las autoridades.
La Oficina del alguacil del condado de Palm Beach confirmó la presencia del vehículo en la laguna, y precisó que su exterior se encontraba “fuertemente calcificado” por haber permanecido bajo el agua durante años.
De acuerdo con archivos del Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas (abreviado en inglés como NamUs), Moldt, un agente hipotecario de 40 años, había llamado a su novia después de beber unos tragos en un club nocturno, prometiéndole que regresaría pronto a casa, pero tras sentarse al volante nunca llegó a su destino.
En 1997, Grand Isles aún estaba en construcción. Los pocos avances de la investigación hicieron que el caso se enfriara con el paso de los años, hasta agosto de 2019, cuando el inspector percibió en la imagen de Google Earth algo extraño dentro del estanque y alertó a la policía.
DMS
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