Dos argentinos, un cubano y un mexicano forman parte de la tripulación que perdió contacto cuando regresaba de entregar ayuda humanitaria en Haití
La embarcación “M.O.I. Guadalupe”, que zarpó con rumbo a Haití para entregar ayuda humanitaria, perdió contacto en su ruta de regreso a unas 130 millas náuticas de Cozumel, Quintana Roo. La tripulación está conformada por dos argentinos, un cubano y un mexicano.
Según la Brigada de Rescate Internacional Cancún (BRIC), la comunicación y señal de GPS se cortó cuando el navío se aproximaba a la costa sur de México. La Capitanía de puerto en Cozumel, Guardacostas de Cuba y la Embajada argentina en México están informados de la situación, y la Marina mexicana ya activó protocolos de búsqueda.
“Desde el pasado 29 de septiembre, el Consulado argentino en Playa del Carmen se encuentra trabajando con autoridades mexicanas. Se está llevando adelante la búsqueda de la nave con dos embarcaciones de la Marina, un avión de la Armada y una aeronave particular”, reportó desde Twitter la instancia diplomática de Argentina
Los tripulantes son los argentinos Carlos Eduardo Juárez (43 años), propietario del navío, y Renzo Spasiano (20 años); el mexicano Martín Vega Argaez (44 años) y el cubano Denis Manuel Fernández Díaz (46 años).
La organización BRIC hizo un llamado a la comunidad para difundir la información, y expresó su deseo que la tripulación regrese pronto a su puerto.
Ariel Ramírez, amigo y coordinador de un esfuerzo particular de búsqueda, relató a la AFP que demoraron varios días en ese país debido a asuntos de aduana.
El yate salió de regreso a México el 28 de septiembre y la tripulación hizo una parada en Jamaica para recargar combustible.
Su arribo estaba programado para las 11 horas (16h00 GMT) del día 29. Sin embargo, se perdió toda comunicación cuando el navío se encontraba a 130 millas náuticas de la isla Cozumel.
Esa fue la última ubicación que registró el rastreador satelital. “A partir del mediodía del 29, al ver que no llegaban, comenzamos a buscarlos y a pedir apoyo”, agregó Ramírez.
Amigos y conocidos iniciaron su propia pesquisa, pagando vuelos particulares para rastrearlos por aire, aunque hasta el momento no han tenido suerte.
El yate contaba con una balsa de emergencias y una lancha. Por ahora descartan el hundimiento, pues durante los sobrevuelos no han identificado nada flotando.