Anteriormente se descubrió la relación de la depresión con las enfermedades cardiacos, pero no se había estudiado la influencia de ésta con los ACV
Los síntomas de depresión se puede asociar a un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), señala nueva investigación.
Los especialistas utilizaron datos del subestudio de imagen de resonancia magnética de NOMAS (Northern Manhattan Study), un estudio de cohortes que se está realizando en adultos mayores, sobre todo hispanoamericanos, que clínicamente no tenían accidente cerebrovascular al inicio y que fueron objeto de seguimiento durante una mediana de 14 años.
Los resultados demostraron que participantes con más síntomas depresivos tenían un riesgo mayor de manera estadísticamente significativa de aparición de accidente cerebrovascular isquémico, en comparación con quienes no mostraban signos de depresión.
“Lo fundamental es que encontramos una relación entre el aumento de síntomas depresivos y nuevos casos de accidente cerebrovascular isquémico”, comentó la Dra. Marialaura Simonetto, asociada posdoctoral en el Departmento de Neurologíade la University of Miami’s Miller School of Medicine, en Florida, Estados Unidos.
Sin embargo, “este es un estudio observacional que puede no señalar causalidad o cambios en el ejercicio clínico”, advirtió la Dra. Simonetto.
Los hallazgos serán presentados en mayo en el Congreso de la American Academy of Neurology (AAN) de 2019.
“La depresión se ha relacionado con morbilidad y mortalidad cardiacas”, señaló la Dra. Simonetto. “Sin embargo, no se ha explorado bien la repercusión de los síntomas afectivos y depresivos en el riesgo de presentación de un episodio de accidente cerebrovascular”.
Este análisis es parte del estudio NOMAS, una colaboración prolongada entre Columbia University y University of Miami, financiada por el National Institute of Neurological Disorders and Stroke. NOMAS “tiene como propósito investigar accidente cerebrovascular, factores de riesgo de accidente cerebrovascular y epidemiología de accidente cerebrovascular en poblaciones minoritarias”, informó la Dra. Simonetto.
“En este estudio quisimos analizar la forma en que los síntomas afectivos y depresivos pueden afectar al riesgo de accidente cerebrovascular”, añadió la doctora.
Se planteó la hipótesis de que los síntomas depresivos se asociarían a un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
Para investigar esta cuestión, los investigadores evaluaron a 1.104 participantes (media de edad: 70 ± 9 años, 61% de género femenino; 69% de raza hispanoamericana) que no tenían accidente cerebrovascular al inicio del subestudio de imagen de resonancia magnética.
Evaluaron los síntomas depresivos utilizando la Center for Epidemiologic Studies–Depression Scale. Una puntuación “alta” de síntomas era 16 o más.
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