El rescate de los 38 perros Golden Retriever en un domicilio de Iztapalapa muestra que la explotación de perros en criaderos clandestinos dentro de la Ciudad de México persiste debido a la indiferencia y a la poca denuncia, pero sobre todo a que impera la moda por comprar mascotas que dan estatus.
Mientras haya quien compre un perro dizque de raza pura, habrá explotación de éstos”, lamentó Silvia García Álvarez, directora del albergue para perros La Casa del Mestizo.
Y es que, a decir de diversas asociaciones protectoras de animales, la venta de perros es un negocio en la Ciudad de México con el que se puede lucrar a costa de la explotación y maltrato de hembras que viven preñadas y hacinadas en criaderos clandestinos, pero que son botadas a la calle cuando no pueden procrear o tienen camadas con malformaciones.
La presidenta de la asociación civil “Sí, Esperanza Animal” Mónica Hernández, señaló que lo más crítico es que estos criaderos son incontables y persisten en toda la capital, debido a que es un negocio del que obtiene ganancias a costa del sufrimiento de los animales que “cuando dejan de ser útiles los avientan a la calle”.
Y es que para mantener este negocio a base de la explotación de los animales Mónica Hernández explicó que basta con tener a un macho y varias hembras para tener cachorros todo el año, pues un macho puede preñar a cinco hembras y éstas cada seis meses entran en celo, y con ello pueden tener “su fábrica de cachorros”.
Con información de Lilián Hernández