La elección de Paola Rojas de introducir al mercado un mezcal bajo la marca “Mixes” ha generado descontento en Oaxaca.
Tanto el gobierno estatal como activistas mixe han acusado a la periodista de apropiación cultural y explotación de la identidad de los pueblos originarios. El gobernador Salomón Jara Cruz anunció este lunes que se tomarán acciones legales contra la marca, defendiendo que “Mixes” es una denominación que forma parte del patrimonio cultural colectivo de la comunidad ayuujk.
En una conferencia de prensa, el gobernador de Oaxaca, Jara Cruz, afirmó que su administración está dispuesta a tomar acciones legales para detener lo que consideran un caso de apropiación cultural. La marca “Mixes”, lanzada recientemente por la periodista Rojas, fue registrada originalmente en mayo de 2002 por Marta Patricia Campos Orozco, aunque actualmente figura a nombre de Rojas.
Según Jara, esta apropiación privatiza un nombre que culturalmente pertenece al pueblo mixe, reduciendo su identidad a una estrategia comercial sin haber consultado a las comunidades afectadas por la acción de la periodista.
“El gobierno no va a permitir que marcas quieran adueñarse de una herencia cultural que es de nuestros pueblos originarios”, expresó enfáticamente Jara Cruz. “Esta marca debe ser propiedad de las comunidades ayuujk y no un bien comercial de una persona particular”, subrayó el mandatario oaxaqueño.
En respuesta al lanzamiento de “Mixes”, las autoridades estatales han comenzado procedimientos para ofrecer apoyo legal a los representantes del pueblo mixe. Según Jara, se les brindará asistencia jurídica para asegurar que la marca quede protegida por los pueblos originarios.
La iniciativa de Rojas ha generado reacciones en redes sociales, donde ha recibido numerosas críticas. Activistas, científicos y legisladores originarios de Oaxaca se han manifestado en contra, señalando que el término “Mixe” tiene un carácter colectivo y que su uso comercial, según ellos, vulnera los derechos culturales de la comunidad ayuujk.
Por su parte, la científica Tania Martínez, de ascendencia mixe, ironizó sobre el mensaje publicitario que acompañaba el lanzamiento del mezcal “Mixes”, en el cual la periodista describía la marca como un tributo a la “tribu Mixe”.
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La diputada federal Aracely Cruz, originaria de una comunidad mixe, también se sumó a las críticas. La legisladora condenó la iniciativa como un “claro ejemplo de apropiación cultural” y destacó que Rojas trivializa la identidad de la comunidad al convertirla en un recurso comercial. “Exigimos la eliminación inmediata del nombre Mixe de ese producto y de cualquier publicidad relacionada”, afirmó Cruz.
En sus declaraciones, la diputada hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que apliquen la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas. Esta legislación establece que cualquier uso comercial de saberes y denominaciones indígenas debe contar con la consulta previa y la autorización de las comunidades involucradas, un proceso que, según los críticos, Rojas no realizó.
Para la legisladora, este caso representa una situación común en México, donde marcas comerciales y figuras públicas suelen apropiarse de elementos culturales indígenas sin considerar su valor patrimonial y colectivo. “La comunidad mixe merece respeto y dignidad. Nuestra identidad no es una marca ni un producto que pueda usarse sin consentimiento”, enfatizó Cruz.
Paola publicó en redes sociales para aclarar que no es propietaria de la marca, sino que su participación se limita a la promoción del producto para dar a conocer el mezcal. La página oficial de la marca, mixesbypao.com, está actualmente en construcción, con un mensaje que señala que pronto volverán a estar activos.
El fin de semana anterior, Rojas compartió una publicación en Instagram anunciando el lanzamiento de su marca de mezcal, en la que expresó su intención de “preservar la cultura y apoyar a quienes la mantienen viva”. Según sus declaraciones, el mezcal representa un tributo a la región Mixe y se produce en colaboración con productores locales, con un enfoque en el respeto por el medio ambiente.
El registro de la marca “Mixes” se realizó el 31 de mayo de 2002 y es válido hasta febrero de 2030. No obstante, el hecho de que la propiedad ahora esté en manos de una persona externa a la comunidad ha suscitado inquietud y planteado diversas cuestiones legales y éticas en torno al uso de la identidad cultural indígena en la industria del mezcal.
Para activistas y líderes de la comunidad ayuujk, este caso simboliza una lucha por los derechos culturales y la comercialización inapropiada de una herencia ancestral. Por su parte, el gobierno de Oaxaca sostiene que la marca debe estar en manos de quienes representan y viven la cultura mixe, y que no se debe permitir que su identidad se reduzca a un simple nombre comercial.