Un animador ha interpuesto una demanda contra Disney, acusándolos de haber copiado la idea detrás de la exitosa saga de películas Moana a partir de un guion que él escribió previamente.
Buck Woodall presentó el viernes una demanda en un tribunal federal de California, en la que afirma que Disney había tomado numerosos elementos de un guion que él escribió para una película animada llamada Bucky.
La película original, lanzada en 2016, narra la historia de Moana, una adolescente aventurera a quien Auli’i Cravalho da voz, que emprende una peligrosa misión para salvar a su pueblo. A lo largo de su viaje, conoce a Maui, quien es interpretado por Dwayne Johnson, y se convierte en su guía. La película fue un gran éxito, recaudando más de 680 millones de dólares a nivel mundial. Además, se reprodujo durante más de mil millones de horas en la plataforma Disney+.
En Moana 2, que se espera sea nominada al Óscar como Mejor Película de Animación, la adolescente polinesia se reúne nuevamente con Maui para embarcarse en otra aventura oceánica tras recibir una llamada inesperada de sus ancestros. La película recaudó 57,5 millones de dólares en su día de estreno y ya ha acumulado 989,8 millones de dólares a nivel mundial.
Inicialmente, Woodall demandó a Disney el año pasado, pero un tribunal de California falló en noviembre que la denuncia había sido presentada fuera de plazo y la desestimó. No obstante, el estreno de Moana 2 le dio la oportunidad al animador de presentar nuevamente la demanda contra la compañía por el mismo motivo.
En el documento se afirma que “una empresa fraudulenta facilitó el robo, la apropiación indebida y la explotación extensiva del material protegido por derechos de autor de Woodall”, delitos que, según la demanda, fueron cometidos por la ex directora de desarrollo de Mandeville Films, Jenny Marchick, quien ahora ocupa el cargo de jefa de desarrollo en DreamWorks Animation.
También se menciona que Woodall entregó a Marchick un guion y un tráiler de Bucky en 2003, y que, durante los años siguientes, ella solicitó más material, como diseños de personajes, planes de producción, presupuestos y guiones gráficos. Woodall asegura que envió una gran cantidad de material para los proyectos Bucky y Bucky, el guerrero de las olas, y que Marchick le prometió que obtendría la aprobación de la película.
En la demanda se señala: “Moana, de Disney, se produjo gracias a la entrega por parte de Woodall a los demandados de prácticamente todos los componentes necesarios para su desarrollo y producción, tras más de 17 años de inspiración y trabajo en su proyecto de película animada.”
Asimismo, se mencionan supuestas coincidencias entre Bucky y Moana 2. Ambas historias están ambientadas en un antiguo pueblo de la Polinesia y siguen a adolescentes que emprenden un peligroso viaje para salvar su tierra, encontrándose con espíritus ancestrales que se manifiestan como animales.
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También se señala que las ideas de las mascotas en Moana, como el gallo y el cerdo, el encuentro con la tribu guerrera Kakamora, y el remolino que lleva a un portal, fueron copiadas del guion de Bucky.
En relación con esto, se detalla: “Moana y los otros personajes son absorbidos por un peligroso portal oceánico similar a un remolino, otra dramática y única idea encontrada en el material de los demandantes que no podría haber sido pensada por casualidad o sin malas intenciones”.
Woodall afirmó que su material de Bucky estaba protegido por derechos de autor desde 2004, y que dichos derechos fueron actualizados en 2014. Además, explicó que, aunque Bucky nunca se materializó, Marchick aprovechó ciertos vacíos legales para enviar sus materiales a Disney.
El animador reclama daños y perjuicios por un valor del 2,5% de los ingresos brutos de Moana, lo que equivale a 10.000 millones de dólares, además de solicitar una orden que prohíba futuras infracciones de sus derechos de autor.
The Independent se ha puesto en contacto con Disney y Universal Pictures, dueña de DreamWorks Animation, para obtener comentarios sobre el caso.
En respuesta a la primera demanda presentada por Woodall, Disney alegó que nadie del equipo de Moana había visto o leído su material. “Moana no se inspiró ni se basó de ninguna manera en las ideas de [Woodall] ni en su proyecto Bucky, del que me enteré por primera vez después de que se presentara esta demanda”, afirmó el director Ron Clements en una declaración judicial.
Por su parte, Disney presentó documentos de la producción de Moana, tales como ideas para el desarrollo de la historia, investigaciones, borradores, guiones y diarios de viaje, con el fin de demostrar que el equipo de Moana no copió ningún elemento de Bucky.