Delta Airlines ofreció un reembolso y una compensación a la familia de California que fue expulsada de un avión y amenazada con encarcelamiento cuando se negó a ceder uno de sus asientos en un vuelo.
Brian y Brittany Schear, de Huntington Beach, California, dijeron a KABC-TV en Los Ángeles que regresaban de Hawaii con sus dos niños menores y quisieron ubicar a uno de ellos en un asiento que habían adquirido para su hijo de 18 años, quien optó por tomar un vuelo anterior.
Delta explicó en su sitio web que no se pueden transferir boletos ni cambiar nombres; sin embargo, las normas federales no prohíben cambiar el nombre en un boleto si se puede verificar el nombre del pasajero en una base de datos antes del vuelo, dijo un vocero de la Administración de Seguridad en el Transporte.
Hasta ayer por la mañana, Delta aún no había explicado por qué expulsó a los Schear del avión. pero un vocero afirmó que el vuelo no estaba sobrevendido.
En un video en el que no aparece la persona que habla con Schear, este dice que no bajará del avión y la voz responde: “Usted y su esposa irán a la cárcel… Es un delito federal no obedecer”.
“Yo compré ese asiento”, agrega Schear.
La aerolínea, con sede en Atlanta, emitió un comunicado el jueves por la tarde en el que asegura: “Lamentamos la experiencia desafortunada que tuvieron nuestros clientes con Delta y nos hemos comunicado con ellos para reembolsar sus pasajes y darles una compensación adicional”.
La aerolínea no ha revelado el monto de tal compensación.