Lo ocurrido en Torreón, imitación o no de la masacre de Columbine, está destinado a volver a pasar, si el análisis es simplista y tendiente a juzgar a la ligera
La tragedia vivida en Torreón es dolorosa, para la Comarca y para todo el país. Me parece que la repartición de culpas entre la familia del autor, de apenas 11 años, los padres de familia del Colegio Cervantes, los videojuegos y las redes es como siempre mezquina. Sin temor a equivocarme, los responsables de esta masacre, que al parecer, fue controlada en parte por el oficio de la maestra que perdió la vida, somos todos.
De una sociedad que ha permitido que las estúpidas redes sociales controlen que es bueno y que es malo, quién hace bien y quién mal, que juzga de forma inmediata las acciones y opiniones de todos y que por añadidura sentencia al escarnio a chicos y grandes a conveniencia de algunos que entendieron como usar a los “estúpidos útiles”, que como focas aplauden o gimen para convalidar una serie de cosas que ellos ni entienden, ni imaginan su fondo real.
De un sistema educativo con una autoridad ausente que está más interesada en la grilla que en mejorar las condiciones de los educandos. De unos padres que hoy están más preocupados de luchar por los derechos de sus hijos, en contra de salvaguardar la vida de sus hijos.
De unos medios que estamos muy preocupados de llevar puntualmente la información de la violencia, que hemos llegado a normalizar la violencia y la muerte, que mil veces repetimos la muerte como si fuera un montaje con efectos especiales de Hollywood. Justificando los borbollones de sangre en la normalidad informativa.
Los niños de hoy, sean de la generación de Calderón o de la de Peña, que por cierto me parece un despropósito englobar la enfermedad mental por sexenios, han visto su primer muerto al tiempo que acudieron al jardín de niños, sino es que también tuvieron que ser invitados a proteger su vida en el suelo mientras su maestra les canta para tranquilizarlos.
En mi caso y creo que es el caso de los integrantes de mi generación, un muerto era un asunto verdaderamente excepcional, un accidente que por mala jugada del destino pudimos presenciar, o en mi caso por mi formación de abogado en el antiguo SEMEFO.
Lo ocurrido en Torreón, imitación o no de la masacre de Columbine, está destinado a volver a pasar, si el análisis es simplista y tendiente a irresponsabilizarnos, a juzgar a la ligera y repartir culpas.
En un país en donde mueren 98 mexicanos diarios, de esos 5 niños, que pierden la vida de la manera más sádica, culpar a los abuelos, a la negativa de los padres al operativo “mochila segura”, a la escuela o cualquiera otra obviedad, es una tontería que nos condena a tener que volver a reseñar este capítulo tristísimo.
Como corolario, si creen que revisando la mochila se resuelve el tema, vayan preparando en las entradas de las escuelas aparatos equivalentes a los que se usan en los aeropuertos para revisar a los chavos como si de terroristas se tratara.
Por otro lado vale la pena mencionar a los gobernantes que hacen su trabajo bien y es reconocido por los ciudadanos. El caso mas impresionante es el del mandatario de Yucatán Mauricio Vila, que combinando buenos resultados en los dos temas que más importan a los mexicanos, seguridad y economía, se sitúa en el primer lugar de aprobación de su mandato con un contundente 78.8 por ciento, según la encuesta de Consulta Mitofsky dada a conocer el 9 de enero de este 2020. De la misma forma esta medición, marca una aprobación del 70 por ciento al presidente de la República al término de su primer año de gobierno, por arriba del 65 por ciento de Calderón en el mismo período.
Las encuestas son un instrumento, una fotografía del momento, no son determinantes para nada, pero sin duda deben ser una herramienta para la toma de decisiones. Siguen del mismo modo, de acuerdo con Mitofsky, en buena percepción ciudadana el gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz, y el de Baja California Sur Carlos Mendoza Davis, con 62.9 y 61.4 respectivamente. No le va mal a la jefa de la CDMX que esta apenas por debajo de los mandatarios mencionados.
En el estribo.- Ha iniciado la Feria de León 2020. La mejor feria de México. Y debemos enfatizar en que sin duda es la feria más familiar de todo el país, pues está pensada para todas las edades, en donde por 70 pesos se puede disfrutar de todos los juegos mecánicos, todas las veces que se quiera y para proteger a todos los que disfruten de esta diversión, se cuenta con la certificación más estricta para que los juegos no tengan ninguna descompostura y mucho menos pongan en riesgo la vida e integridad de quienes los usan, esta certificación es ni más ni menos que la de la IAAPA, Asociación de Parques de Diversiones Internacionales. Esta gran Feria de León 2020 también llevará a los mejores cantantes mexicanos, tendrá eventos culturales y en síntesis, sin lugar a dudas, pinta para ser la mejor Feria de todas.
Otras columnas de Francisco Zea