En el marco de su visita por el país sudamericano, los católicos ultraconservadores de Colombia consideran al Papa Francisco como “ilegítimo”, tachando su presencia en este país de “non grata”, por lo que tienen previsto ignorarla.
Es el pontífice “ilegítimo”, dicen en coro. Aunque reconocen que son una minoría, ejercen influencia política y difunden su mensaje a través de la televisión por cable y sus opiniones levantan polvareda en un país de 48 millones de habitantes de mayoría católica.
“Como dicen los diplomáticos, es ‘non grata’ la visita. ¿Por qué es non grata? Porque un falso papa, un falso profeta de Dios, en vez de traer bendiciones para el país, es de esperarse que traiga maldiciones y traiga males”, señaló el catedrático y ex aspirante presidencial José Galat; quien además es director del canal televisivo colombiano Teleamiga y presentador de un programa semanal en el que cuestiona durante hora y media las declaraciones de Jorge Mario Bergoglio.
Ante esta situación, a finales de julio el presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, Pedro Mercado, declaró que Galat había quedado excomulgado por su “obstinada desobediencia al Papa”.
Por su parte, Rafael Arango, presidente de la Corporación Belén Casa Fraterna, que cada semana reúne a decenas de creyentes de todas las edades en el noroccidente de Bogotá, asegura que Francisco tiene “una popularidad impresionante” porque dice “lo que la gente quiere oír: que el pecado no es pecado, que puede comulgar todo el mundo”.
Según Arango, “un Papa no puede exceder la palabra de Dios, ni modificarla ni reformarla”, siendo la Biblia “lo único que es inamovible y eterno”.
“Es un populista de la fe, quiere darle contentillo a todo el mundo”, indica Galat.
Por lo pronto, este grupo de creyentes no prevé sabotear la visita del Sumo Pontífice, y solo pretenden ignorarlo.