El sumo pontífice recordó que incluso “dentro del Colegio cardenalicio algunos son negacionistas y uno terminó ingresado” por el coronavirus.
“Cuando éramos niños, nos ponían las vacunas y nadie decía ni mu”, afirmó el papa Francisco al reiterar su posición favorable a la vacunación contra el COVID-19.
Durante la rueda de prensa en el vuelo de regreso de su viaje a Budapest y Eslovaquia este miércoles, el católico apuntó que “es un poco extraño” que ahora la gente no se quiera vacunar cuando “tenemos una larga historia” de vacunaciones como la de la poliomielitis o el sarampión.
Aunque explicó que quizá los antivacunas se han dejado llevar “por la incertidumbre y por la gran diversidad de vacunas, algunas con fama de ser incluso agua destilada”, o por las noticias falsas de que inoculaban el virus.
El sumo pontífice recordó que incluso “dentro del Colegio cardenalicio algunos son negacionistas y uno terminó ingresado” por el coronavirus.
Se refería al cardenal estadounidense Raymond Burke, que estuvo varias semanas hospitalizado y que expresó posiciones contra las vacunas.
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Se les tiene que aclarar y hablar con serenidad”, añadió el papa, que destacó que “en el Vaticano estamos todos vacunados, menos un pequeño grupo que estamos estudiando cómo ayudarlos”.
Cabe destacar que el Papa Francisco ha realizado varios llamamientos para que las personas se vacunen contra el coronavirus al considerarlo “un acto de amor”.
Este miércoles, Francisco se despidió de Eslovaquia con una multitudinaria misa en la que participaron cerca de 50 mil personas en el Santuario Nacional de Sastin, tras un viaje intenso en el que se le ha visto en forma tras su reciente operación y en el que han regresado, tras la pandemia, los baños de masas durante sus visitas internacionales.
El papa Francisco, de 84 años, disipó todas las dudas sobre su estado de forma tras la operación de colon de julio pasado y por la que tuvo que estar ingresado diez días, ya que se ha mostrado en forma, sin dar señales de cansancio, como en otros viajes internacionales, durante la intensa visita que emprendió el pasado domingo en Budapest y Eslovaquia.
Esta visita ha servido también al pontífice para reencontrarse con las multitudes de fieles y subirse al papamóvil para estar entre ellos, algo que no hacía desde que comenzó la pandemia, cuando se suspendieron sus viajes apostólicos y audiencias generales en la plaza de San Pedro.
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CAB