La marihuana es tan respetada entre los rastafari, que incluso se la dan a los recién nacidos en forma de té en el primer día de vida
Nacido el 6 de febrero de 1945 en Nine Mile, Jamaica, Bob Marley es la figura más reconocida a nivel popular del movimiento rastafari, hermandad espiritual jamaicana que está influenciada por corrientes de pensamiento como el panafricanismo, el revivalismo afroamericano, el hinduismo, la tradición judeocristiana, la masonería y tradiciones de raíz africana como la Kumina procedente del Congo entre otras.
Manteniendo un claro enfoque Afrocéntrico y una fuerte concepción de diáspora, que considera entre otros asuntos, que Tafari Makonnen (más conocido como Haile Selassie I) es la encarnación de dios en la tierra.
Debe su nombre a Ras (principe) Tafari Makonnen (nombre/apellido), cuya coronación como Emperador Renzo de Etiopía en 1930 fue vista como la culminación de la profecía de Marcus Garvey de una década antes. Creían que él los liberaría, sacándolos de su vida de pobreza en el Caribe y llevándolos a África, la tierra de sus antepasados y su centro espiritual.
Profundamente arraigada en Jamaica, durante la Gran Depresión de 1929 comenzó a extenderse desde los barrios marginales de Kingston, Jamaica, por todo el Caribe y entre las comunidades negras de Gran Bretaña y los Estados Unidos.
El impulso del rastafarismo empieza con tres de los 20 mil repatriados jamaiquinos que volvieron a su tierra al terminar sus contratos de trabajo en países como Panamá y Cuba, en busca de empleo y un nuevo sentido colectivo de identidad: Leonard Howell, Archibald Dunkley y Joseph Hibbert.
Quienes por separado empezaron a propagar la divinidad de Haile Selassie I, que según su interpretación bíblica, era representante del Dios en la Tierra.
En el rastafarianismo hay cuatro temas centrales: reconocimiento de la divinidad de Jah Rasta, el espíritu “que mora en todos”, la idea de repatriación, la superioridad de la raza negra y sus conexiones históricas con los hijos de Israel y la conducta de “Temor” una postura rebelde frente a la opresión blanca.
Con una dinámica muy ecléctica, en Jamaica existen hasta 19 grupos rastafaris mayores, mientras que en Londres hay por lo menos dos, los cuales regularmente se reúnen para lo que ellos llaman “Groundations” (Fundamentaciones). Sesiones en las que intercambian con gran interés ideas filosóficas y religiosas, y la marihuana o ganja.
La marihuana es tan respetada entre los rastas, al considerarla un elemento que fortifica el cuerpo, alma y mente, consumiendola con naturalidad en sus ceremonias y vida cotidiana, que incluso se la dan a los recién nacidos en forma de té en el primer día de vida.
Áltamente machista, la ideología rastaman no acepta la homosexualidad al considerarla como algo que no es natural, pensando que por eso Dios creó al hombre y la mujer. Igualmente consideran que las mujeres no son rastas de corazón.
Están convencidos que de que un miembro de su grupo no es responsable hasta que tiene un hijo, por lo que el movimiento rastafari es antifeminista, antiaborto y desaprueban los métodos anticonceptivos, pensando que el alto índice de natalidad es algo que se debe aceptar como la voluntad de Dios.
Apasionados por la defensa de su identidad y creencias, han hecho de la estética como un elemento clave de su discurso y por eso es que los vemos con esas grandes cabelleras llenas de rastas que simbolizan la melena del León, tams (sus gorros tejidos), cómodas prendas elaboradas con textiles de fibras vegetales que muestran los colores de Etiopía: verde, amarillo y rojo.
El verde representa el color de la naturaleza que es cuidada y respetada por el Rasta; el amarillo representa la riqueza de su tierra; y el rojo representa a la Iglesia triunfante, así como la sangre derramada por los mártires que han luchado por su ideología.
Otro elemento importante del rastafari es el color negro, que si bien no forma parte de la bandera etíope, lo usan para representar el color del pueblo africano.
Actualmente, el movimiento rastafari en Occidente se ha convertido más en una moda que conserva las rastas y los colores de la vestimenta, pero se le han anexado estampados con el león de Judah, la hoja de la marihuana, así como los rostros de Haile Selassie, Marcus Garvey o Bob Marley.
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