La menor se encontraba en trámites de ser adoptada por la familia Rogers, debido a que su madre contaba con antecedentes de adicción y maltrato
Una mujer y su madre fueron sentenciadas por la fiscalía del condado de Ventura, California, a pasar cadena perpetua y 180 días en prisión, respectivamente, por haber asesinado a una menor de tres años y encubierto el crimen.
De acuerdo con las autoridades, la pequeña de nombre Kimberly López fue reportada como desaparecida en septiembre de 2016 por una trabajadora social asignada a su caso.
La menor se encontraba en trámites de ser adoptada por la familia Rogers, debido a que su madre contaba con antecedentes de adicción y maltrato.
No obstante, pese a que el Departamento de Servicios a Niños y Familia había entregado a la niña a la familia temporal con quien se adaptaba con amor, la pequeña volvió al cuidado de su padre y por ende su madre, luego de que terminaran un programa de desintoxación.
“Kimi”, como era llamada, fue asesinada por su madre biológica identificada como Mayra Alejandra Chávez, de 28 años, quien la torturó hasta su muerte el mes de junio del año 2015.
María De Jesús López, de 45 años, abuela de la menor, confesó que ella había ayudado a su hija y su yerno a encubrir y destruir la evidencia de la muerte de su nieta, “prestándole a la pareja su auto y proporcionándoles dinero para que pudieran transportar y finalmente destruir los restos de Kimberly en Tijuana, México”, según el comunicado de la policía.
Por estos hechos, la abuela de Kimberly fue sentenciada a 180 días de prisión y 36 meses de libertad condicional por el delito de encubrimiento del asesinato de una menor.
Mientras que la mamá de la pequeña Kimi fue condenada a cadena perpetua.
La futura familia adoptiva de la menor asegura que la nena estaba muy apegada a su madre temporal y todos en casa tenían la esperanza de poder integrarla como parte de su familia.
Ahora lamentan y lloran la decisión de la corte de que tuviera que volver con su familia biológica quien la asesinó.
“Lamento no haber podido salvarla”, dijo con lágrimas en los ojos Karen Roger. “Ella fue un regalo para mí” aseveró la mujer quien ya ha adoptado a cuatro hijos.
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