Por una vez al año, muertos y vivos vuelven a convivir como familia bajo flores, aromas, colores y platillos, sintiéndose el amor de la unión
El Día de Muertos más que una celebración es un momento de reflexión en donde el amor por los que nos han dejado se puede respirar, ver y hasta sentir.
Muchas son las historias de personas que han declarado que durante el 1 y 2 de noviembre la esencia de los que se nos han adelantado continúa y se puede sentir en el ambiente, y lejos de sentirse con miedo, se respira tranquilidad y paz.
Por eso no es de extrañar que esta fecha sea tan especial para los mexicanos y para millones de extranjeros que admiran la capacidad que hay en México de amar, recibir y festejar a la muerte.
Recientemente en redes una fotografía ha traspasado fronteras y se ha convertido en un reflejo de lo que simboliza el Día de Muertos para millones de personas, esto es, la oportunidad de reunir nuevamente a la familia.
La imagen de James Alvarez cargando en sus brazos a su pequeña hija Adalyn Rose frente a un altar dedicado a la mujer que más amaron en vida, es a todas luces una poderosa fotografía que nos hace amar aún más nuestras tradiciones.
Y es que en la imagen aparece Yesenia Aguilar llena de vida y rodeada de velas y flores de cempasúchil, quien falleció hace apenas unos meses sin tener la oportunidad de conocer a su pequeña bebé.
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Pero la historia en realidad inició el pasado 11 de agosto cuando Yesenia y su esposo James salieron a caminar.
Ella tenía ocho meses de embarazo y con mucha esperanza compartieron un último y bello momento que fue destrozado por una conductora en estado de ebriedad que los arrolló sobre la banqueta.
Los doctores del Hospital UC Irvine, en Orange County, California, lograron salvar a Adalyn Rose, pero no a su mamá.
Por tres semanas la recién nacida estuvo luchando por su vida en el hospital hasta que finalmente fue dada de alta.
Sin embargo, la falta de la Yesenia, de 23 años de edad, dejó un terrible hueco en el corazón de la familia, especialmente porque James recuerda la última plática que tuvo con su esposa, en la que fantaseaban sobre cómo decorarían el cuarto de su pequeña hija.
Fue por ello que como una forma de honrar la memoria de su esposa, James y la pequeña Adalyn se tomaron una foto junto al altar de muertos especialmente dedicado a quien en vida fuera trabajadora de Disneyland.
La fotógrafa Vanessa Marie Sandoval-Carbajal logró captar la esencia de ambos protagonistas y creó una hermosa fotografía familiar en la que se puede ver que ni la muerte, es capaz de separar a James y Aralyn de Yesenia.
Miles de usuarios han compartido la imagen y han señalado que la imagen los llena de esperanza y los hace amar los colores y el sincretismo de esta popular fecha.
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