Durante la temporada de calor mucha gente sale a hacer actividades deportivas o de esparcimiento al aire libre, por lo que se deben tomar medidas de prevención para evitar riesgos a la salud
Entre marzo y octubre, cuando se registran lluvias y mucho calor, la población corre más riesgo de contraer diversas enfermedades intestinales y respiratorias, así como deshidratación y dermatitis, entre otras.
Durante la temporada de calor mucha gente sale a hacer actividades deportivas o de esparcimiento al aire libre, por lo que se deben tomar medidas de prevención para evitar riesgos a la salud, como beber agua simple y evitar comer en la calle.
Además, las posibilidades de sufrir deshidratación a causa de enfermedades producidas por la exposición excesiva al sol y al calor ambiental, como insolación, lesión térmica asociada al ejercicio, calambres y golpe de calor, están más latentes en esta época.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), debido a las altas temperaturas algunos de los microorganismos que causan padecimientos (hongos y bacterias, entre otros) pueden reproducirse con mayor rapidez, sobre todo en los alimentos.
Lo anterior aumenta padecimientos de diarrea y amibiasis, donde los menores de edad son los más vulnerables, y cuya principal causa es la descomposición temprana de alimentos.
Cerciorarse de que los alimentos se conserven en refrigeración para evitar que comiencen a descomponerse y mantener una adecuada higiene de manos, son prácticas que reducen el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias.
En esta temporada también pueden ocurrir golpes de calor (temperatura corporal de más de 39 grados), insolaciones y deshidratación, por lo que el sector salud recomienda tener especial cuidado con los niños menores de cinco años de edad y adultos mayores.
Aun cuando las condiciones climáticas tienen gran influencia en las enfermedades, la Secretaría de Salud recomienda exponerse unos 15 minutos al sol de la mañana, antes del mediodía, para estimular la síntesis de la vitamina D, que se genera en el cuerpo al recibir rayos solares.
Sin embargo, subrayó, hay que ser cuidadosos con esta práctica, y si se tiene que estar más de ese tiempo bajo la luz solar se debe utilizar bloqueador, y en caso de algún síntoma por el calor o malestar, acudir con el médico.
El calor extremo provoca además un aumento de los niveles de ozono y de otros contaminantes del aire, que agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como incremento de la presencia de polen y otros alérgenos.
Otras medidas para prevenir enfermedades relacionadas con las precipitaciones, como infecciones respiratorias, son: no permanecer bajo la lluvia, no mojarse ni permanecer con ropa húmeda y bañarse si se tiene contacto con agua contaminada, que en ocasiones desencadenan padecimientos mucho más graves.
Cuando en un mismo día se tienen ambos factores: por la mañana se presentan altas temperaturas y por la tarde hay lluvias, la contaminación y descomposición de los alimentos es más común, lo que origina gastroenteritis y enfermedad parasitaria.
La gastroenteritis se caracteriza por la inflamación de la membrana del estómago y del intestino delgado por consumir alimentos o agua contaminados, siendo niños, niñas y personas adultas mayores los sectores más susceptibles de enfermarse; mientras que en la amibiasis intestinal hay diarrea.
Por lo que generar hábitos de higiene en la preparación y consumo de alimentos, procurar la desinfección de frutas y verduras, evitar beber agua de la llave y no dejar al aire libre ni descubiertos los alimentos es la mejor medida de prevención.
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