“Qué pena por el pollito”, “el mundo está patas arriba, esperemos que se haga justicia”, fueron algunas de las opiniones en contra de la influencer.
En los últimos tiempos, las redes sociales han surgido como el punto central de nuevas corrientes y estilos que, aunque a veces puedan parecer extraños, logran atraer la atención de millones de personas en todo el mundo. Una de estas tendencias, que parece romper con lo tradicional, implica utilizar patitos amarillos como parte de la moda.
Te puede interesar: Abuelita pide ayuda para que sus hijos no la corran de su casa
Este fenómeno, originado en TikTok, no solo ha conseguido una amplia difusión en esta plataforma, sino que también ha comenzado a manifestarse en las calles de diversos países, demostrando así su capacidad para influir en el comportamiento y las decisiones de moda de la gente, especialmente entre los más jóvenes.
La tendencia de TikTok sobre usar patitos amarillos en la cabeza sigue cobrando fuerza en redes y traspasando fronteras.
Esta moda kawai inició en la plataforma digital y se comenzó a ver desde fines del año pasado en calles de países como México, Perú y hasta Brasil.
¿En qué consiste?, los menores y jóvenes suelen colocarse un patito con un broche en la cabeza. Lo que resalta del mencionado adorno es el resorte con el que está sujetada la figura, debido a que puede moverse de un lado a otro.
Algunos de ellos tienen en su cabeza un sombrero, otros una corona y algunos hasta están acompañados de un rehilete.
Sin embargo, una influencer filipina llevó al extremo esta tendencia, colocándose un pollito vivo en la cabeza, generando controversia e indignación en redes sociales.
La creadora de contenido, identificada como Abby Domer Salle, fue captada en paseando por las calles de Filipinas con un pollito real, el cual estaba encerrado en una pequeña jaula, donde estaba con un poco de periódico por si el animalito hacía sus necesidades, situación que molestó a cientos de internautas.
Usuarios de redes sociales criticaron a Abby Domer y la acusaron de maltrato animal, debido a que el pollito estaba en un lugar muy reducido.
“Pobre pollito”, “el mundo es un desastre, espero se haga justicia”, fueron algunos de los cometarios en contra de Salle.
Otros internautas destacaban que los animalitos no son ningún juguete. “Los animales no son ningún juguete, qué onda con las personas que se burlan”, comentó una seguidora de la influencer filipina.
¿De dónde surgió esta moda de usar patitos en la cabeza?
Ante el crecimiento de esta tendencia, ha surgido la duda sobre el significado de esta moda. Aunque el origen de esta moda es un enigma, hay varias teorías creadas por internautas.
Una de las más populares es que los patitos comenzaron a utilizarse en países asiáticos, supuestamente porque los personajes de anime usan accesorios como estos en la cabeza.
Otros aseguran que es una tendencia inspirada en el artista holandés Florentijn Hofman, quien en 2007 hizo una escultura de un patito amarillo de más de 20 metros de altura que podía flotar en al agua.
También se cree que es una moda basada en la serie animada ‘Hazbin Hotel’, ya que uno de sus personajes llamado ´Lucifer´ tiene una obsesión con ellos, de hecho, algunos internautas admitieron usarlos por él.
Por otra parte, muchos internautas consideran que es un símbolo que representa la alegría y la buena suerte, pues el color amarillo se relaciona con emociones positivas, haciendo de estos patitos una manera de atraer y a la vez brindar felicidad.
La tendencia de adornarse con patitos amarillos, ya sea en forma de broches animados o incluso, en casos extremos, mediante el uso de animales vivos, refleja la compleja interacción entre la cultura pop, las redes sociales y la expresión personal. Mientras que para algunos, estos accesorios representan una forma de arte y expresión única, para otros, cruzan límites éticos y morales, especialmente cuando involucran seres vivos.
Este fenómeno, con sus diversas interpretaciones y manifestaciones, subraya el impacto de las redes sociales en la creación y difusión de modas que no solo buscan captar la atención, sino también transmitir mensajes y valores, desafiando a menudo nuestras percepciones tradicionales de la moda y el decoro.