En la zona de Tierra Caliente, en Michoacán, la producción de limón enfrenta un reto que trasciende las plagas y las sequías.
El crimen organizado ha establecido un sistema de extorsión para los productores de limón, quienes deben abonar entre 7 y 9 pesos por cada kilo de cítrico. Aquellos que se resisten a pagar enfrentan severas represalias, como la destrucción de sus cultivos.
Los grupos criminales han utilizado maquinaria pesada para destruir los cultivos de limón en municipios como Apatzingán y Buenavista. Esta problemática fue denunciada públicamente por el padre Gregorio López, conocido como el padre ‘Goyo’, quien compartió imágenes de los árboles arrasados en sus redes sociales. Según informó La Jornada, el padre Goyo señaló al cártel de Los Viagras como responsable de estos ataques.
Estas acciones no solo afectan a los productores, sino que también tienen un impacto negativo en la economía local, ya que la producción de limón es esencial en los municipios de Buenavista, Apatzingán, Tepalcatepec, Múgica y Gabriel Zamora. Estas localidades en conjunto producen alrededor de 800 mil toneladas de limón al año, cultivadas en más de 40 mil hectáreas.
En respuesta a la situación, la Secretaría de Seguridad Pública ha aumentado los operativos de seguridad en colaboración con autoridades federales, especialmente en la 43 Zona Militar de Apatzingán, para enfrentar la extorsión y proteger a los productores de limón. Sin embargo, los citricultores han pedido que estas medidas no sean temporales, sino que se implementen de manera continua para prevenir futuros ataques.
En los últimos tres años, las cuotas impuestas por los grupos criminales en Michoacán han aumentado gradualmente, pasando de 2 a 7-9 pesos por kilo de limón, lo que pone en peligro la viabilidad del negocio. Además de las cuotas, los delincuentes han tomado control del proceso de producción, imponiendo fechas de cosecha y precios de venta a las empacadoras, lo que agrava aún más la situación de los productores.
En septiembre de 2024, José Luis Aguiñaga Escalera, productor y empacador de limón en la región de Tierra Caliente, fue asesinado presuntamente por el cártel de Los Viagras en el municipio de Buenavista. Según un familiar anónimo, Aguiñaga había recibido amenazas previas de los líderes del grupo delictivo, lo que sugiere que su asesinato estuvo relacionado con las extorsiones que enfrentan los productores de la zona.
La falta de seguridad en la región ha llevado a los productores de limón a realizar paros en 2023 y 2024 para exigir medidas efectivas de protección. Sin embargo, los operativos de seguridad han sido temporales, lo que ha generado poco impacto a largo plazo. Cuando los operativos finalizan, la situación empeora nuevamente, lo que ha frustrado las expectativas de los productores que buscan una solución permanente ante la violencia y extorsión del crimen organizado.
Los productores de limón en Tierra Caliente han solicitado medidas de seguridad permanentes en sus municipios para proteger su actividad de la violencia del crimen organizado. A pesar de algunos esfuerzos temporales por parte de las autoridades, los operativos no han sido suficientes para garantizar la seguridad a largo plazo, lo que pone en riesgo la estabilidad de la producción agrícola y la economía local. La situación requiere acciones más contundentes y sostenidas para erradicar la influencia del crimen en la región.