Me parece obvio pero hay que repetirlo mil veces: necesitamos crear una policía civil, de carrera, en la que la población podamos confiar y creer.
El ejército debe regresar a los cuarteles y cumplir las tareas básicas de la defensa de nuestro territorio y no pretender que son el substituto de una carencia que no hemos logrado conformar en la sociedad civil.
Mientras no contemos con una policía a la que le agradezcamos que nos cuide y por qué no decirlo, admiremos, difícilmente saldremos de este tremendo bache de inseguridad en el que nos encontramos.
Me queda claro que tantos años de corrupción, de sufrir injusticias, de evidente complicidad con los criminales son un lastre para el cuerpo policial de los tres ámbitos de gobierno, pero solo desde la sociedad encontraremos los mecanismos para prevenir delitos, para combatir a infractores de la ley y sobretodo integrar una organización aspiracional para nuestros niños y jóvenes. Les pongo un ejemplo hasta tonto si me permiten decirlo. En las series televisivas de entretenimiento europeas y estadounidenses, se pondera a sus policías como la forma de dirimir las diferencias sociales. En las producidas en Latinoamérica, seguimos admirando y ensalzando narcos y denigrando a nuestros elementos policíacos. Basta. Ahí está un lugar para empezar a cambiar nuestra realidad.
Pepe Avelar, publirrelacionista bajacaliforniano, especialista en comunicación política y empresarial.