La Corte Penal Internacional ordenó el arresto del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y del ministro de Defensa, Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra
Por masacrar a civiles y usar el hambre como forma de exterminio contra miles de palestinos refugiados en la Franja de Gaza, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
El organismo internacional, también solicitó la detención del líder de Hamás, Yahya Sinwar y altos dirigentes de esa organización paramilitar por cargos vinculados a los ataques terroristas del 7 de octubre contra Israel y la posterior guerra en Gaza, expresó el fiscal principal del tribunal, Karim Khan.
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Los cargos contra los jefes terroristas de Hamás incluyen exterminio, asesinato, tortura, violación y toma de rehenes, todos ellos como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Mientras que al Estado de Israel se le acusa de “asesinato intencional”, de “hacer morir de hambre a civiles como método de guerra” y de “causar intencionalmente un gran sufrimiento”.
El gobierno de Israel, que no forma parte de la CPI, calificó la solicitud del fiscal como una “vergüenza histórica”.
“Mi oficina sostiene que los crímenes de guerra alegados en estas solicitudes se cometieron en el contexto de un conflicto armado internacional entre Israel y Palestina, y un conflicto armado no internacional entre Israel y Hamás (junto con otros grupos armados palestinos) que se desarrolla en paralelo”, dijo el fiscal en un comunicado.
Respecto a los atentados perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre, la CPI explicó que vio con sus propios ojos las “escenas devastadoras de estos ataques y el profundo impacto de los crímenes desmedidos”.
“Al hablar con los sobrevivientes, escuché cómo el amor dentro de una familia, los vínculos más profundos entre un padre y un hijo, se distorsionaban para infligir un dolor insondable a través de una crueldad calculada y una insensibilidad extrema. Estos actos exigen rendición de cuentas”, afirmó.
La Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, Países Bajos, es un organismo internacional encargado de juzgar a individuos acusados de cometer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio. Aunque la CPI tiene una amplia jurisdicción global, es importante destacar que Israel no es parte del tratado que establece la jurisdicción de la CPI y, por lo tanto, no reconoce su autoridad.
En la última fase del proceso judicial, un panel de jueces de la CPI revisará las solicitudes presentadas por los fiscales para emitir órdenes de arresto. Este panel examinará cuidadosamente la evidencia presentada y evaluará si hay motivos suficientes para proceder con las acusaciones y emitir órdenes de arresto contra los presuntos criminales.