Debido a las elevadas cifras de migración que experimenta, Cuba enfrenta una escasez de trabajadores.
Debido a las altas cifras de migración que se están registrando, Cuba enfrenta una crisis de mano de obra, lo que ha llevado a algunas empresas a considerar la posibilidad de emplear a reclusos como trabajadores.
Amaury Depestre, diputado por la provincia de Cienfuegos y director de la fábrica de azúcar “14 de julio”, mencionó que, para completar la zafra anterior y cumplir con el plan establecido, tuvo que contratar personal adicional, incluyendo a 113 reclusos que se sumaron al trabajo en la faena.
La escasez de mano de obra se debe al éxodo masivo registrado en los últimos meses, considerado el más significativo desde el triunfo de la revolución en 1959.
Aunque Amaury Depestre no especificó las condiciones bajo las cuales los reclusos fueron incorporados a las jornadas laborales, desde marzo, los cubanos y extranjeros que cumplen penas de cárcel tienen un marco normativo que establece su derecho a trabajar tanto dentro como fuera de las cárceles del país, así como las condiciones laborales y salariales que deben recibir.
La falta de fuerza laboral en la agricultura cubana ha sido un problema recurrente, exacerbado históricamente por el éxodo de trabajadores del campo hacia las ciudades. Este fenómeno se ha visto agravado por una emigración sin precedentes y el desplazamiento de trabajadores agrícolas hacia sectores mejor remunerados, especialmente en el creciente sector privado local.
Amaury Depestre y otros directivos de empresas y diputados cubanos han expresado preocupaciones sobre los bajos salarios en el sector agrícola y el impacto de la emigración en la fuerza laboral agrícola. Desde 2021, el grupo estatal AzCuba ha intentado frenar la caída del sector, pero la zafra 2022-2023 solo logró producir 350,000 toneladas de azúcar, un 4.4% de los niveles alcanzados a principios de la década de 1990.
Julio García, presidente de AzCuba, no proporcionó a los parlamentarios resultados finales de la zafra concluida en mayo, la cual se realizó bajo condiciones difíciles debido a la escasez de lubricantes, combustibles y otros insumos.
La ola migratoria de cubanos desde finales de 2021 ha sido sin precedentes, ocurriendo durante la peor crisis económica de Cuba en tres décadas, marcada por una inflación elevada, apagones y escasez severa de alimentos, medicamentos y combustible.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, más de 560,000 cubanos han ingresado de manera irregular a Estados Unidos desde enero de 2022 hasta mayo de 2024, mientras que casi 100,000 han volado directamente a ese país utilizando el permiso de permanencia temporal conocido como Parole, implementado en enero de 2023 por el gobierno de Joe Biden.
Aunque no hay cifras oficiales sobre la migración cubana hacia otros países de América Latina y Europa, el fenómeno continúa representando un desafío significativo para Cuba y sus políticas económicas y sociales.