Este fin de semana autoridades estatales y federales clausuraron una boda y una fiesta de XV años con más de 700 personas invitadas
Pese a todas las llamadas y medidas de restricción en el puerto de Acapulco, turistas y residentes comienzan a romper el aislamiento social y empiezan a arribar a las playas, aun cuando el estado se encuentra en semáforo rojo y los servicios médicos están a punto de colapsar.
En diversas imágenes grabadas por algunos lugareños se puede observar a niños, adultos mayores y familias enteras que se apropian de ciertos espacios en las playas Revolcadero y otras de la zona Diamante, en donde sin importar el riesgo, comen y se meten a las aguas del mar.
El pasado sábado autoridades estatales y federales clausuraron una boda y una fiesta de 15 años que no acataron las medidas sanitarias implementadas para contener la propagación del Covid-19.
El director de Protección Civil de Acapulco, Cuauhtémoc Gayosso, apuntó que en el operativo se conminó a más de 700 personas a regresar a su casa.
A su vez, en la localidad de El Cayaco se encontraban 200 ciudadanos en una boda, mientras que en Las Plazuelas había más de 400 en una fiesta de 15 años.
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NCV