Francia atestigua por segunda vez en cuatro años a su expresidente Nicolas Sarkozy bajo custodia policial e interrogado por un sospecha sobre la posible financiación libia de la campaña electoral
Las autoridades interrogaban el miércoles por segundo día consecutivo al expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ante la acusación de que recibió millones de euros de fondos ilegales del fallecido líder libio Muamar Gadafi para su campaña electoral.
Varios medios franceses indicaron que Sarkozy, semi retirado pero todavía influyente en la derecha francesa, regresó a su domicilio en la noche del martes y en la mañana del miércoles debía volver a las dependencias policiales para continuar con el interrogatorio.
En 2013, las autoridades galas abrieron una pesquisa sobre financiamiento de la campaña presidencial de Sarkozy de 2007, que lo llevó al Palacio del Elíseo. Aunque el expresidente, de 63 años, negó rotundamente haber cometido delito alguno, testimonios y documentos apuntan a que recibió como mínimo 5 millones de euros del régimen de Gadafi.
Esta es la primera vez que la Justicia lo interroga sobre sus relaciones con la Libia de Gadafi, ya que la madeja de contactos y favores bajo el trasfondo del inicio de la normalización de las relaciones de Occidente con Libia tras los atentados de 2001, las revelaciones de la prensa parisina detonaron que en 2014 fuera retenido e interrogado durante 18 horas.
La detención provisional de Sarkozy, bajo custodia policial en las dependencias de la Oficina anticorrupción de la policía judicial en Nanterre, en las afueras de París, puede durar hasta las ocho de la mañana del jueves.
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