La consumación de la Independencia de México se realizó cuando el Ejército de las Tres Garantías entró a la ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.
El 27 de septiembre de 1821, el Ejército de las Tres Garantías o Ejército Trigarante, entró triunfal a la Ciudad de México.
Con este hecho se considera la consumación de la lucha de Independencia que inició el 16 de septiembre de 1810, con el Grito de Dolores dado por el cura Miguel Hidalgo.
Durante muchos años la historia de la guerra de Independencia de México ha sido contada a partir de los actos heroicos de personajes masculinos.
Sin embargo, el movimiento que separó a México de España no hubiera sido posible sin la participación activa de las mujeres.
Quizá el personaje femenino más famoso de este movimiento independentista fue Josefa Ortiz de Domínguez, conocida como ‘La Corregidora’.
Sin embargo, otras miles de mujeres sumaron fuerzas y participaron en los combates, caminando con las tropas, alimentándolas, curándolas, aportando dinero, sirviendo de informantes y de guías.
Muchas otras ofrecieron sus casas como refugios y dieron la lucha desde múltiples frentes.
Es importante recordar que fue hasta el año 1980, 159 años después, que se mencionó por primera vez a una mujer, Josefa Ortiz, en la ceremonia del ‘Grito de Dolores’.
Muchas de ellas quedaron en el anonimato, las más famosas que nos contó la historia fueron: Leona Vicario, Josefa Ortiz, Gertrudis Bocanegra, Mariana Rodríguez Toro y María Ignacia ‘la Güera’ Rodríguez, pues trascendieron gracias al importante rol que desempeñaron en el movimiento insurgentista.
Aquí te presentamos a 5 mujeres que fueron clave detrás de la Independencia de México
Josefa Ortiz de Domínguez, ‘La Corregidora’
Nació en la Ciudad de México en 1768. Fue una de las primeras participantes en la ‘Conspiración de Querétaro’ y pieza clave para el inicio de la lucha que encabezó el cura Miguel Hidalgo y Costilla.
Su casa sirvió como refugió para iniciar el plan de la guerra de Independencia. El papel de Josefa fue como informante de los caudillos.
‘La Corregidora’ convenció a los insurgentes para que adelantaran la fecha del levantamiento de armas, que estaba previsto para el 1 de octubre de 1810.
Actualmente su nombre está inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro en Ciudad de México y en el Monumento a la Independencia, en el centro de la capital del país.
Leona Vicario Fernández, ‘la informante’
El papel de Leona Vicario tuvo en la lucha por la independencia fue el de financiar medicamento, enviar mensajes dar refugio y dinero a los insurgentes.
Era parte de ‘Los Guadalupes’, personas quienes pertenecían a la sociedad virreinal lo cual, con la crearon una red de correos con Miguel Hidalgo, les permitió tener acceso a información sobre las estrategias de los españoles.
Fue además una de las primeras mujeres periodistas de México.
Gertrudis Bocanegra, ‘La espía’
Hizo labores de espía, principalmente en las regiones de Pátzcuaro y Tacámbaro, en Michoacán, a través de una red de comunicación entre las principales sedes de la rebelión independentista.
Bocanegra fue descubierta y aprehendida por el Ejército Realista, que la torturó para delatar a otros participantes de la guerrilla.
Fue fusilada el 11 de octubre de 1817 a los 52 años.
Mariana Rodríguez Toro, ‘La literata’
Mariana Rodríguez incitó a liberar a los prisioneros y a atacar al virrey, pero sus planes fueron traicionados por un cura.
A pesar de haber sido encarcelada y amenazada de muerte por conspiración, Mariana no delató a ningún miembro de su grupo.
En diciembre de 1820 fue liberada, pero murió entrado el año 1821, con lo cual no pudo ver consumada la independencia de México, el 27 de septiembre de 1821.
María Ignacia Rodríguez, ‘La Güera’
María Ignacia Rodríguez de Velasco de Osorio Barba y Bello Pereyr, coloquialmente conocida como ‘la Güera Rodríguez’ fue una aristócrata criolla que brindó su apoyo a la causa independentista, principalmente por su cercanía con Agustín de Iturbide, quien después se convertiría en emperador constitucional de México.
Ignacia, además de benefactora financiera de la causa, habría impulsado e incitado a Iturbide, que militaba en el Ejército Realista, a unirse a los insurgentes.
En marzo de 1811 fue acusada ante la Santa Inquisición por mantener comunicación con Miguel Hidalgo y por adulterio. Sin embargo, solo fue exiliada al estado de Querétaro por un tiempo.
Fue ampliamente reconocida en la clase alta de la sociedad novohispana debido a su belleza y su fortuna.
Todas ellas cuentan con su escrito en letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
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AVM