Textos imposibles de leer, obras maestras del diseño, impresiones laboriosas, contenidos y textos prohibidos, estos libros lo tienen todo
La lectura es uno de los pocos placeres que la pandemia por coronavirus no nos ha arrebatado. En medio de una de las crisis sanitarias mundiales más arrolladoras, hemos podido refugiar a la mente y el espíritu en las páginas de un buen libro.
Todos en algún punto de nuestra existencia hemos leído una novelar, un cuento, o un ensayo que nos ha marcado la vida y ha cambiado nuestra visión del mundo o sobre un tema en particular, y es en honor a esa riqueza literaria, que te contamos sobre 12 libros poco conocidos y entendidos en la historia de la humanidad.
Manuscrito Voynich o Códice Voynich
Este misterioso libro ilustrado, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo, puso de cabeza a lingüistas de todo el mundo que por años trataron de descifrar el extraño alfabeto bautizado como voynichés.
Escrito entre 1450 y 1520, en alguna región del norte de Italia, su autor plasmó una serie de imágenes y descripciones que no correspondían a ninguna planta terrestre conocida.
Además los símbolos astrologícos o alquímicos que aparecían en el texto tampoco tenían una equivalencia, lo que llevó a especular que fuera un texto de carácter científico cifrado de origen extraterrestre.
El libro, que se se divide en las secciones Herbario, Astronomía, Biología, Cosmología, Farmacéutica y Recetas, fue finalmente “descifrado” en el 2019, cuando Gerard Cheshire, investigador de la Universidad de Bristol, quien utilizó una combinación de pensamiento lateral e ingenio para encontrarle lógica al texto.
“Utiliza un lenguaje extinto. Su alfabeto es una combinación de símbolos desconocidos y más familiares. No incluye signos de puntuación dedicados, aunque algunas letras tienen variantes de símbolos para indicar puntuación o acentos fonéticos. Todas las letras están en minúsculas y hay sin dobles consonantes. Incluye diptongos, trivalentes, cuadrifongos e incluso quintifongos para la abreviatura de componentes fonéticos. También incluye algunas palabras y abreviaturas en latín“, explicó en su artículo “El lenguaje y el sistema de escritura de MS408 (explicado por Voynich)”.
El Codex Gigas (también conocido como Código Gigas, Código del Diablo o la Biblia de Satanás)
Es un antiguo manuscrito medieval en pergamino creado a principios del siglo XIII y escrito en latín.
Fue considerado en su época como la “octava maravilla del mundo” debido a su impresionante tamaño. Cada página del libro mide 89 cm de alto, 49 de ancho y la obra tiene un grosor de 22 cm. Su peso supera los 75 kilos y contiene 310 hojas de pergamino para lo que se necesitaron las pieles de 160 animales.
Se considera único no sólo por sus proporciones, sino por incluir -algo inaudito en una Biblia- un retrato del mismísimo Satanás.
Está iluminado con tintas roja, azul, amarilla, verde y oro, tanto en mayúsculas capitales como en otras páginas, en las que la miniatura puede ocupar la página completa. Se encuentra en un excelente estado de conservación, tanto que se puede leer todo el texto que contiene la obra. Se cree que su autor -que fue una sola persona- tardó no menos de 20 años en acabarla.
El texto del Codex contiene la versión Vulgata de la Biblia (excepto los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis), así como la Chronica Boemorum (Crónica checa) de Cosmas de Praga, curas medicinales, encantamientos mágicos, dos trabajos del historiador judío Flavio Josefo (las Antigüedades judías y La guerra de los judíos), las Etimologías del arzobispo San Isidoro de Sevilla, varios tratados sobre medicina del médico Constantino el Africano, un calendario, una lista necrológica de personas fallecidas, y otros textos.
Astronomicum Caesareum
Es una obra maestra de la astronomía, pero también de la imprenta, hasta el punto de que está considerado el más espectacular impreso del siglo XVI.
Escrito por Peter Bennewitz, o en castellano Pedro Apiano, un astrónomo alemán que llegó a ser el cosmógrafo del emperador Carlos V, el libro cuenta con abundantes ilustraciones y esferas móviles hechas con cinco o seis capas de discos para su movimiento. Todas ellas están decoradas con representaciones clásicas astronómicas o dragones.
Asimismo, al final de la obra se incluyen figuras para montar instrumentos de observación.
Fue elaborado en blanco y negro pero se mandó pintar después, de forma que las tonalidades de sus dibujos y esferas hacen que no existan dos ejemplares idénticos.
La obra está además realizada a través de intricadas composiciones con discos móviles en papel formados hasta por seis capas, que permiten fijar las posiciones de los planeta cada día del año, las fases de la luna o las fiestas móviles del calendario litúrgico, en función del plano de la eclíptica (La Eclíptica es la línea curva por donde «transcurre» el Sol alrededor de la Tierra, en su «movimiento aparente» visto desde la Tierra. Está formada por la intersección del plano de la órbita terrestre con la esfera celeste) .
Codex Seraphinianus
Escrito por el artista italiano, arquitecto y diseñador industrial Luigi Serafini entre 1976 y 1978, este magnético códice es la enciclopedia de un planeta desconocido, escrita a mano en un lenguaje totalmente inventado por su autor, cuyo propósito es plasmar la curiosidad de un niño cuando hojea el libro de un adulto.
La obra ilustra por completo el planeta desconocido, mostrando toda clase de figuras, gastronomía, tecnología, vestimenta o pueblos. Sus interpretaciones son infinitas y la sátira hacia nuestro mundo, afilada.
El texto analiza la flora y fauna, incluye mapas imposibles, mecanismos orgánico, y su autor señaló que la manera de escribirlo fue libre y un suerte de escritura automática.
Sencillamente pretendía que el lector sintiera la experiencia estética que tiene un niño ante un libro, sin saber leer, y con imágenes que no es capaz de interpretar.
Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas o Hexenhammer, en alemán)
El más famoso de todos los libros medievales sobre brujería, fue
escrito en 1486 por dos monjes dominicos e inquisidores.
Se convirtió en el manual indispensable para la Inquisición en su “lucha”
contra la brujería en Europa, a pesar de eso acabó siendo colocado en el “Index” como libro prohibido en 1490.
El Malleus Maleficarum no solo afirmaba la existencia de las brujas, sino que ayudaba a identificarlas recogiendo ejemplos y anécdotas sobre herejes, especialmente en las zonas de Alemania.
El libro siempre ponía la lupa sobre las mujeres y fue más extendida su lectura en las zonas protestantes, tras el Concilio de Trento, que en las católicas, zona en la que incluso se negaba que fuera escrito por verdaderos cristianos.
Con la llegada de la imprenta, entre los siglos XVII y XVIII fue el segundo libro más vendido después de la Biblia. Quizás este funesto texto sea el causante de aplicar las penas de hoguera a los condenados por brujería y otras horrendas torturas.
El Grimorio del Papa Honorio (Libro de Conjuros de Honorio)
Considerado por los amantes del ocultismo como una obra maestra de la
magia negra. El texto reúne una suerte de fórmulas con las que invertir las oraciones cristianas de tal forma que se puedan invocar los demonios.
La autoría del libro se atribuye al Papa Honorio III, algo que autores católicos niegan rotundamente. Está escrito en latín y es muy exacto en cuanto a la liturgia cristiana, algo que no pudo haberlo escrito alguien ajeno a la iglesia.
El Papa Honorio III fue uno de los que persiguió a los albigenses, en la cruzada contra los Cátaros. Se sabe que los Cátaros eran practicantes de algún tipo de magia blanca, o al menos eso se decía, evidentemente no sería del gusto de alguien que escribe un libro de magia negra.
A pesar de estas evidencias, su contenido está más cerca de grimorios posteriores como la llave de Salomon o el Grimorium Verum, que de
fuentes de la época en la que se fecha.
Traducido por la Sra. Kim Ch’ien del viejo alemán de 1220. El Grimorio no sólo instruyó a los sacerdotes en las artes de la demonología, sino que prácticamente les ordenó a aprender a conjurar y controlar a los demonios, como parte de sus deberes sacerdotales.
A pickle for the knowing or plain thruth in a homespun
Si eres capaz de acabarla, habrás logrado una proeza. Esta obra escrita por un comerciante británico llamado Timothy Dexter en 1802 constiste en una autobiografía, en la que el autor también reflexiona sobre política, religión o el matrimonio.
La rareza viene a continuación: el libro cuenta con 8.847 palabras y 33.864 letras, escritas sin ningún signo de puntuación, y con las mayúsculas insertadas de forma aleatoria.
Distribuida en un comienzo como regalo su creciente popularidad llevó a la publicación de hasta ocho ediciones. Ante la protesta de varios lectores debido a la dificultad de leer sin signos de puntuación, la segunda edición contó con una página extra con trece líneas de signos de puntuación para que los lectores condimentasen el texto a su gusto.
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