Cada vez son más las voces que alertan sobre que seamos el único animal que toma leche a lo largo de toda la vida, además de otra especie
Por producto lácteo se entiende un “producto obtenido mediante cualquier elaboración de la leche, que puede contener aditivos alimentarios y otros ingredientes funcionalmente necesarios para la elaboración”.
La diversidad de productos lácteos varía considerablemente de región a región y entre países de la misma región, según los hábitos alimentarios, las tecnologías disponibles de elaboración de la leche, la demanda de mercado y las circunstancias sociales y culturales.
Sin embargo, aunque la leche y sus derivados ha formado parte de nuestra dieta desde hace unos 10,000 años, cada vez más son las voces que alertan sobre los potenciales efectos adversos de que seamos el único animal que toma leche a lo largo de toda la vida, además de otra especie.
Aumentan las fracturas
Contrario a la creencia popular, tomar grandes cantidades de lácteos no implica un menor riesgo de sufrir fracturas, además que podría estar asociado con una mayor mortalidad.
En un estudio médico sueco, las mujeres que consumieron a diario grandes cantidades de leche tuvieron más probabilidades de sufrir fracturas que aquellas que bebieron poca o nada de leche.
En lugar de promover la salud ósea, la proteína animal en los productos lácteos puede tener un efecto de filtración del calcio.
Aumentan las probabilidades de padecer cáncer
Un alto consumo de productos lácteos ha sido asociado a un mayor riesgo de presentar diferentes tipos de cáncer, especialmente de próstata y seno.
Así lo demostraron estudios realizados por la universidad de Pekín en Beijing, la escuela de Salud Pública de Harvard y el departamento de endocrinología de la Universidad de Pensilvania entre 1998 y 2013, pues la leche de vaca estimula una hormona llamada IGF-1.
Además que, las hormonas que se encuentran en la leche que solemos consumir hoy en día, en concreto los estrógenos que se transmiten a través de la leche de las vacas preñadas pueden influir en la aparición del cáncer de próstata, de ovarios y de pecho.
Por su alto contenido en grasas, aumentan los problemas cardiovasculares
Los lácteos (incluyendo queso, helado, leche, mantequilla y yogurt) aportan grandes cantidades de colesterol y grasas saturadas a nuestra dieta.
Una sola porción de leche entera puede contener más del 20 por ciento de la cantidad diaria recomendada (RDA por sus siglas en inglés) de grasa saturada, pero incluso la leche de 1 por ciento contiene 8 por ciento de la RDA.
Si consumes tres porciones de leche entera, habrás cubierto el 60 por ciento de la recomendación diaria, incluso antes de comer cualquier otro alimento.
Las grasas saturadas incrementan el riesgo de presentar problemas cardiacos, enfermedades cardiovasculares y algunos otros problemas de salud.
Problemas gastrointestinales por la intolerancia a la lactosa
La leche de vaca contiene un azúcar llamado lactosa que puede ser difícil de digerir para las personas, lo que da lugar a síntomas como náusea, calambres, gases, inflamación y diarrea.
Esta afección, que también se llama «absorción insuficiente de la lactosa», suele ser inofensiva, pero sus síntomas pueden ser desagradables, que pueden, además, desarrollarse en la vida adulta y como consecuencia los síntomas pueden empeorar en meses.
Causa acné
El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas.
A menudo, ocasiona la aparición de comedones, puntos negros o granos, y suele aparecer en la cara, la frente, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros.
En múltiples estudios, el consumo de cualquier tipo de leche de vaca estuvo ligado al incremento de la prevalencia y severidad del acné en niños y adolescentes.
Tiene más calcio del que necesitamos y no se absorbe
Nuestros huesos necesitan calcio para mantenerse fuertes y en un estado óptimo, de cualquier manera consumir más de 600 mg de calcio por día no trae ningún beneficio extra para los huesos.
Esto significa que no por tomar mucha leche de vaca o consumir derivados lácteos se va a tener una mejor salud en los huesos (de hecho se ha demostrado que no aporta ningún beneficio) como lo muestran varios estudios de instituciones como la Escuela y Hospital de Harvard, la Academia Americana de Pediatría y la División de Adolescentes/Adultos Jóvenes del Hospital Infantil de Boston.
La única manera de tener una mejor salud en los huesos durante la vida adulta es haciendo ejercicio.
Alergias a la leche
La alergia a la leche es una respuesta anormal del sistema inmunitario del cuerpo a la leche y los productos que contienen leche.
A diferencia de la intolerancia a la lactosa, las alergias a la leche, por lo general en niños pequeños, se caracterizan por reacciones fuertes y peligrosas, tales como vómito o anafilaxia.
Según la Clínica Mayo, es una de las alergias alimentarias más comunes en niños. La leche de vaca es la causa usual de alergia a la leche, aunque la leche de oveja, cabra, búfala y otros mamíferos también pueden causar una reacción.
Con información de MAyo Clinic, FAO, PETA y AnimalHeroes
IPR
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