Los mexicanos insisten en que solo trabajaban como personal de limpieza y desconocían que se procesaba droga en la fábrica
El sultán de Johor, en Malasia, conmutó la pena a los tres hermanos González Villarreal por una sentencia de 30 años y librarán la horca.
Los hermanos fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 en una fábrica del parque industrial de Senai, en la ciudad de Johor, Malasia.
Los mexicanos insisten en que solo trabajaban como personal de limpieza y desconocían que se procesaba droga en la fábrica.
En abril de 2015, la Corte Federal de Malasia confirmó la pena de muerte para Luis Alfonso, Simón y José Regino González Villarreal, mexicanos acusados de narcotráfico.
La última esperanza para los mexicanos era acudir con el sultán, Ibrahim Ismail Ibni Almarhun Iskandar Al-Haj, quien es el único que puede conmutar o perdonar un delito.
A lo largo de estos siete años, la Cancillería y su embajada en Malasia han brindado protección y asistencia consular a los connacionales y sus familiares.
A la familia González Villarreal se le ha informado de manera permanente acerca del desarrollo del caso y de la situación física y anímica de los detenidos.
Para la defensa de los mexicanos, se han argumentado graves faltas al proceso como la desaparición de evidencia que prueba su culpabilidad, así como malos tratos o la falta de un traductor, hechos que violan los derechos humanos de los hermanos.
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