A través de un comunicado se informó que tras profundizar en la investigación se descartó las víctimas tuvieran nexos con algunos de los capos con los que convivieron previo a su ejecución.
El vocero de Seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó este jueves que los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, ejecutados en Taxco el pasado 5 de febrero, no pertenecían a ningún grupo de la delincuencia organizada.
A través de un comunicado de prensa, el funcionario estatal precisó que tras profundizar en la investigación se descartó que alguno de los prelados asesinados tuviera nexos con algunos de los capos con los que convivieron en la fiesta a la que asistieron, previo a su ejecución.
Respecto a la pelea en la que habrían estado involucrados los sacerdotes, y la cual habría sido el móvil del asesinato, Álvarez Heredia detalló que las víctimas no provocaron este incidente ni ninguno de sus acompañantes (dos hombres y dos mujeres).
“Se ha podido determinar que durante la celebración del baile de mérito, existió un incidente con un asistente al baile que se encontraba en estado de inconveniente. Este incidente no fue ocasionado por los sacerdotes o sus acompañantes”, se lee en el boletín.
Con relación al estado de salud del resto de los acompañantes, el vocero indicó que todos se encuentran en buen estado de salud excepto uno de ellos (no se precisó el nombre), quien está internado en el hospital del ISSSTE en Acapulco.
La Fiscalía General de Guerrero señaló que se siguen diversas líneas de investigación, asumiendo como prioritarias las relacionadas con el crimen organizado.
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