El homicidio ocurrió Estados Unidos, y a más de dos meses el responsable está en libertad bajo custodia
Autoridades en Estados Unidos se encuentran a la búsqueda de un conductor de Uber acusado del homicidio de un pasajero con quien tuvo una diferencia por haber vomitado dentro de la unidad que conducía.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de marzo en el estado de Albuquerque, cuando el chofer, identificado como Clayton Benedict recogió a James Porter y su amigo Jonathan Reyes del bar Salt Yard en la localidad de Osuna.
Cuando circulaban sobre la carretera interestatal 25, Reyes vomitó en la parte trasera del vehículo, lo que provocó la furia del conductor quien advirtió a James que interpondría a través de la aplicación una tarifa de limpieza.
El joven intentó convencer a Clayton de que no le aumentara la tarifa, lo que derivó en una acalorada discusión entre ambos.
El conductor se negó a continuar el viaje por lo que bajó a ambos jóvenes y procedió a calificar negativamente al usuario.
De acuerdo con la declaración juramentada del detective del caso, James azotó la puerta del vehículo y le lanzó sus zapatos, una gorra y sus lentes de sol.
Derivado de la agresión Clayton Benedict sacó una pistola y amenazó al joven; no obstante, James corrió al auto con la intención de subirse en el lugar del conductor y le dijo “si no vas a dispararme te voy a atropellar con tu propio auto”.
Fue en ese momento que Benedict decidió dispararle en siete ocasiones, impactándolo en al menos dos veces cerca de la axila izquierda lo que provocó su muerte.
Al llegar la Policía se encontraron con el joven de 27 años muerto y a su amigo arrodillado junto a él en estado de shock, tan afectado que ni siquiera se acordaba de lo que había pasado ni tenía conocimiento de que ya no tenía vida.
En cuanto a las investigaciones, el conductor de Uber fue detenido pero puesto en libertad bajo custodia policial y revisado su historial en la aplicación de transporte; respecto a su trabajo, un vocero de la compañía dijo que “ya no tiene acceso”.
Por su parte, la familia de la víctima interpuso una demanda civil contra Uber y Clayton Benedict bajo el argumento de que la empresa fue negligente en la contratación y supervisión de este.
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