“Tenía que hacerlo por el bien de la sociedad”, declaró el hombre quien señaló sentirse orgulloso de haber realizado la masacre
En Japón, el hombre que asesinó a 19 personas, todos pacientes de una residencia para discapacitados, fue condenado a la pena capital por sus acciones, las cuales justificó como una “limpia de cargas” para la sociedad.
Las autoridades japonesas han calificado el ataque como el peor asesinato masivo en el país desde la posguerra, por lo que la Corte de Distrito de Yokohama condenó a Satoshi Uematsu a la muerte.
Durante la investigación y el juicio, Uematsu reiteró que no se arrepentía de lo hecho y que lo único que quería era ayudar al mundo matando a gente a la que veía como “cargas”.
El ataque ocurrió el pasado 26 de julio de 2016, cuando el joven de 30 años fue de habitación en habitación en el centro de Sagamihara para apuñalar a los residentes, con un saldo de 19 muertos y 26 heridos, la mitad de ellos graves. Después acudió a una comisaría con los cuchillos ensangrentados para confesar el crimen.
El juicio se centró en el estado mental del acusado en el momento del crimen.
El juez Kiyoshi Aonuma rechazó los argumentos de la defensa, que pedía la absolución alegando que el acusado no estaba en posesión de sus facultades mentales por una sobredosis de marihuana.
“Los ataques fueron premeditados y el acusado actuaba consistentemente para lograr su objetivo, fue extremadamente atroz y causó daño incomparable con cualquier otro caso ”, dijo Aonuma, según la televisora pública NHK.
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NCV