Las protestas tuvieron lugar dos días después del anuncio del gobierno de Angela Merkel de nuevas restricciones ante el incremento de las infecciones.
Diversos dirigentes alemanes denunciaron un “ataque a la democracia” tras el intento de asalto en el Parlamento Nacional durante una manifestación del movimiento “anticorona” que supuso una nueva etapa para su radicalización.
En las imágenes del sábado por la noche se observan a cientos de manifestantes intentando forzar las barreras y el cordón policial para ingresar a las escalinatas del edificio del Reichstag en Berlín.
Dicho incidente sucedió en el punto álgido de la manifestación a favor del movimiento “anticubrebocas” conformado por 40 mil personas que mostraron inconformidad ante las restricciones y medidas sanitarias adoptadas a raíz de la pandemia de Covid-19.
Por su parte, Frank-Walter Steinmeier, presidente alemán, denunció el domingo el “ataque insoportable al corazón de nuestra democracia” y “los excesos de la extrema derecha”.
La ministra de Justicia, Christina Lambrecht, instó a “defenderse contra estos enemigos de nuestra democracia”, mientras surge el debate sobre la oportunidad de continuar autorizando este tipo de manifestaciones.
Este domingo, la policía desplegó un importante dispositivo tras la concentración masiva de dos mil personas cerca del Reichstag, en la Columna de la Victoria, en una rotonda en el centro de la ciudad, y luego en la Puerta de Brandeburgo, a unos pasos del Parlamento.
Cabe destacar que el edifico Reichstag posee una fuerte carga simbólica para los alemanes, ya que en 1933 dicho inmueble y su célebre cúpula fueron incendiados por los nazis, en un acto que puso de rodillas a la poca democracia alemana de entreguerras.
Durante estas marchas, diversos ciudadanos han enarbolado las “banderas del Reich”, con los colores negro, blanco y rojo, por lo que diversos políticos han rechazado este tipo de conductas.
“Los símbolos nazis y otras banderas del Imperio no tienen cabida ante la Cámara de Diputados”.
Denunció el vicecanciller y ministro de Finanzas Olaf Scholz.
“Ver las banderas del Imperio ante el Parlamento es una vergüenza”.
Declaró en un post de la red social Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
Las fuerzas de seguridad dispersaron de manera inmediata a la congregación de los civiles, quienes fueron sometidos a varios controles de identidad.
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