Hay quienes defienden esta práctica y señalan que los tatuajes sirven para poder identificar a sus mascotas en caso de robo o extravío
En redes sociales se ha gestado un fuerte debate entre los usuarios quienes piden a las autoridades de diversos países sancionar a los dueños de mascotas que tatuen a sus animales de compañía, esto al calificarlo como un acto de crueldad animal.
Luego de que se viralizara la imágenes de algunos perros y gatos con grandes tatuajes en sus cuerpos, los defensores de los derechos de los animales han alzado la voz en todo el mundo, exigiendo que existan legislaciones que prohíban este tipo de prácticas.
En Estados Unidos, Alemania y algunas regiones de China y Japón, es “normal” ver a perros y gatos marcados, ya sea a través de la tinta o con cortes de pelo determinados, como un símbolo de distinción y moda.
Sin embargo, este tipo de práctica es totalmente rechazada por protectores animales que señalan que las mascotas son sometidas a un dolor y estrés innecesario, ya que para poder realizar estas adaptaciones “estéticas” se deben de anestesiar corriendo el riesgo de muerte, además de que las tintas les puede producir una reacción alérgica severa.
No obstante, hay quienes defienden esta práctica y señalan que los tatuajes sirven para poder identificar a sus mascotas en caso de robo o extravío, y señalan que a diferencia de los humanos, la piel de los animales se encuentra más protegida al contar con pelo.
Si bien PETA (Personas a Favor del Trato Ético Hacia los Animales, por sus siglos en inglés) apoya el uso de tatuajes para identificar a los animales de compañía, estos deben de ser diminutos y rastreados bajo una serie de códigos de letras y números y nunca como una tendencia de mora.
De hecho, en su página web existe una promoción al registro de los animales de compañía para que puedan ser rastreados.
“Inscriban a los perros en el Registro Nacional Canino por medio de un microchip o un tatuaje”, señala PETA en su sitio web.
Y recuerda que los tatuajes son intervenciones agresivas que no debemos realizar a los animales si no es por su propio bien, es decir, solo se pueden tatuar a los perros por cuestiones de identificación, nunca por cuestiones estéticas.
“El bienestar de un perro es responsabilidad del dueño, y eso implica no exponerlo a agresiones innecesarias y a intervenciones que podrían afectar a su salud”, subraya.
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NCV