El Autobús de la Libertad llegó al Zócalo de la capital de Puebla, lo que no fue aceptado con agrado de la comunidad LGBTTTI. Algunos manifestantes lanzaron huevos hacia el camión para protestar por su lucha en contra de los derechos de la comunidad gay.
Entre las exigencias o peticiones que tiene el Consejo Mexicano de la Familia, y que expone por las calles en este autobús, son eliminar todos los conceptos y definiciones de contenido de educación sexual de los libros de texto, no permitir el matrimonio homosexual ni la adopción homoparental.
Bajo preceptos en su mayoría basados en la religiosidad y moralidad, este autobús llegó a Puebla con la frase que lleva y que utiliza como consigna ¡Dejen a los niños en paz! #ConMisHijosNoSeMetan.
Como respuesta, activistas bloquearon a la unidad de este organismo cuando trataban de llegar al Colegio Benavente, de la misma forma lo hicieron en el Zócalo y en un restaurante localizado frente a la Fiscalía General del Estado (FGE), en donde la gente del CMF trató de reagruparse.
Al lugar llegaron granaderos para mantener el orden y evitar que se diera un pleito o una riña entre los manifestantes a favor de los derechos de la comunidad LGBTTTI y los integrantes del Consejo Mexicano de la Familia.
La organización se ha manifestado en contra de reformas legislativas que han sido aprobadas recientemente y que favorecen a los derechos de minorías sexuales en el país. Los activistas arrojaron huevos al camión y también pegaron hojas de papel con cinta adhesiva, con mensajes como: “En Puebla apoyamos a todas las familias” Y “Amor es amor”.