Comumeros del municipio de Heliodoro Castillo, Guerrero, se reunieron ayer en una cancha de basquetbol del pueblo de Campo Morado para exigir al gobierno federal que deje de fumigar los plantíos de amapola y entregue proyectos productivos para acabar con la pobreza
Habitantes de Heliodoro Castillo municipio de la Sierra Madre del Sur, en Guerrero advirtieron a las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional que derribarán los helicópteros de la dependencia si continúan con la fumigación a los campos de amapola.
Las personas que se reunieron para dialogar del problema, acusaron que los operativos de los efectivos castrenses afectan esos cultivos, que es la principal actividad económica de la zona, ante la falta de apoyos de las autoridades de los tres niveles de gobierno, además de que los químicos contaminan los ríos y dañan los árboles.
“No nos oponemos a eso, pero que lo hagan por tierra y además nos traigan proyectos productivos para ya no sembrar amapola”, dijo uno de ellos, reunidos en la cancha de basquetbol del poblado de Campo Morado.
Ahí se reunieron comisarios y habitantes de las comunidades Pueblo Viejo, Pandoloma, Tejamanil, El Renacimiento, La Aurora, Saucitos, Chilpancinguito, El Durazno, Agua Zarca, San Vicente, Capulines, Puerto Gallo, El Frío, El Zancudo y La Junta, entre otros.
Manifestaron que los cerca de 15 mil habitantes de esa región “no tenemos de qué vivir y por si fuera poco ahora el Ejército viene y rocía los cerros; en algunos lugares hay amapola, pero en otros se dañan los ríos y los árboles”. Explicaron que un cerro afectado es el Teotepec, donde nacen los ríos Papagayo, Atoyac y el Papanoa, que ahora están contaminados y son los principales de la entidad.
Por esta situación los habitantes de los municipios cercanos se han visto en la necesidad de abandonar su localidad. En el camino de 63 kilómetros de terracería que comunica la cabecera municipal de Heliodoro Castillo con Campo Morado, se observaron cuatro camionetas con gente de distintos poblados que abandonaban sus comunidades por la pobreza.
Los pobladores reunidos se quejaron de que las autoridades no les han pagado programas como Procampo, Adultos mayores y las becas escolares, además de que faltan medicinas y maestros.
La comerciante Evangelina Dimas expuso: “estamos en serios problemas, no han llegado las becas para los alumnos; no quieren entregar fertilizantes porque dicen que se usará para sembrar amapola; y por si fuera poco no nos llegó el programa Prospera”.
Destacó que el principal problema es que desde hace dos años bajó el precio del kilo de la goma que se extrae de la amapola (base de la heroína) de 20 mil a 5 mil pesos. Puso de ejemplo que antes el litro del producto Til, que sirve para el sembrado de esa planta, costaba mil 500 pesos y bajó a 250 pesos el cuarto. Dimas explicó que a partir de que bajó el precio de la amapola la gente empezó a sembrar productos como el jitomate, pero se emplagó y además no hay forma de comercializarlo.
Estamos viviendo una crisis sin precedente; nos dicen que el fertilizante tenemos que traerlo de Tlacotepec, pero el problema es que el flete nos cobra 70 pesos por el traslado de cada bulto.
El comisario Ricardo Alarcón, de Campo Morado, detalló que en el caso del Procampo “nos daban recursos por 6 mil 500 pesos, pero le quitaron 500 pesos y eso no es justo”.
Sobre el incidente ocurrido la semana pasada, cuando habitantes de la región retuvieron a una cuadrilla de soldados durante dos días, precisó que fue para pedirles que vinieran funcionarios estatales, quienes nos dijeron que los apoyos comenzarían a llegar el 24 de abril, para limpiar los caminos de terracería y al día siguiente nos darían respuesta en cuanto a la entrega del fertilizante.
Acordaron con los efectivos castrenses que ya no realizarían fumigaciones de plantíos de amapola, pero no cumplieron y “hoy andan los helicópteros fumigando, pero la gente ya les dijo que los van a tirar”, dijeron los habitantes.
Un vecino del poblado de Cueva Guerrero expresó: estamos viviendo en la pobreza, el gobierno se aprovecha y nos ataca en lugar de darnos apoyo; nos está viendo como delincuentes, y la verdad es que no lo somos, por eso queremos proyectos productivos a cambio de dejar el sembrado de la amapola. Los delincuentes están en los gobiernos, no en los pueblos.
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