Margarita Portillo, última pareja de Andrés García, rompió el silencio y habló sobre la muerte del actor, quien recibió extremaunción.
Luego de la muerte de Andrés García, Margarita Portillo, la última pareja del actor, rompió el silencio y habló sobre los últimos días de vida del galán de galanes.
También te puede interesar: ¿Quien Fue Andrés García?, Leyenda De La Actuación
A través de un mensaje en Instagram, la mujer despidió al actor que tenía 81 años y que falleció tras múltiples complicaciones de salud que lo mantenían en cama.
Portillo siempre fue atenta y amable con los medios cuando preguntaban sobre el estado de salud del primer actor, por lo que no dudó en informar sobre cómo fueron los últimos momentos de vida.
“Andrés recibió una transfusión el día domingo, 2 de abril, en el Hospital Santa Lucía. El mismo domingo regresamos a casa pero su cuerpecito ya estaba muy cansado. Recibió la extremaunción el día lunes, 3 de abril, estando yo a su lado así como mi hermana y su enfermero”.
Debido a la gravedad de su salud, ella y un grupo cercano permanecieron al lado de García, quien recibió la extremaunción. Es decir, se le hizo un acto litúrgico bajo la religión católica para despedirlo por su condición.
Agregó que el primer actor se fue en paz y que falleció este marte a las 15:07 horas. Mientras que su cuerpo será velado a partir de este miércoles a las 09:00 horas, dando la dirección de su casa.
Visita también: Patinadores Invaden Viaducto En La Ciudad De México Y Se Ponen En Peligro
“Andrés abandonó este plano terrenal a las 15:07 horas. Su cuerpo será velado en esta, que (fue) su casa, a partir de mañana 5 de abril, a las 09:00 horas, en la calle Urracas No. 20 del Fraccionamiento Costa Brava de la ciudad y puerto de Acapulco”.
La relación entre Margarita Portillo y Andrés García estuvo llena de altibajos, pues mucho se dijo que ella mantuvo incomunicado al actor con sus tres hijos durante los últimos meses de vida, además de que quería la fortuna.
Ellos mantenían un noviazgo de más de 20 años, aunque vivían separados con el fin de mantener su romanticismo intacto y que cada quien tuviera su espacio.
