“Si están leyendo este corto mensaje, es porque ya no estoy vivo y fui víctima de un asesinato a manos de ‘La Línea'”, señala el mensaje.
El comandante de la policía estatal y jefe de custodios en Chihuahua dejó una carta póstuma en la que señala a los responsables de su asesinato, identificándolos como líderes y sicarios del cártel de la droga “La Línea”.
Carlos Aarón Beltrán, quien fue ejecutado el pasado domingo en la Ciudad de Cuauhtémoc, se desempeñaba como comandante de los escoltas o guardaespaldas de la fiscal de dicha ciudad, Silvia González, en el estado de Chihuahua.
El Policía Ministerial indicó que había recibido amenazas de muerte por parte de los criminales desde el mes de mayo, y que sus superiores en la Policía Estatal no mostraron interés en sus denuncias.
La carta fue escrita el 13 de mayo de este año en la ciudad de Cuauhtémoc, y comienza con la siguiente precisión: “Si están leyendo este breve mensaje es porque ya no estoy con vida y fui asesinado por miembros del grupo delincuencial denominado ‘La Línea’, debido a que los líderes regionales del municipio de Guerrero supusieron que maté a un miembro de su organización.”
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Luego, revela la identidad de sus ejecutores: “Los líderes que ordenaron mi asesinato son Enrique Elier Quezada Enríquez, alias Kely, y su lugarteniente Francisco Varela Castillo, alias Paco. Este último es hermano del delincuente Héctor Javier Varela Castillo, a quien supuestamente yo maté a finales del mes de febrero de 2024.”
A continuación, aclara que no denunció esto antes debido a la corrupción interna en la Policía Ministerial de Chihuahua: “Creo que lo más preocupante es que, después de laborar durante 16 años en esta institución, me di cuenta del alto grado de corrupción que impera y el desinterés de la mayoría de los altos mandos, quienes, con algunas excepciones, solo buscan su beneficio personal y aspiran a un ascenso para enriquecerse a costa de lo que sea. Ejemplos de esto son el coordinador regional de la Agencia, Pedro Román Oseguera Cervantes, su superior inmediato, Arturo Zuany Portillo, y el coordinador del distrito Guerrero, Alejandro González Arzaga. El primero de estos tres, a pesar de saber sobre las amenazas en mi contra, me dejaba desarmado durante mis descansos, y el tercero, por colaborar y pasar información al grupo que opera en Guerrero (municipio al occidente de Chihuahua).”
Ahora, será la Fiscalía de Chihuahua la encargada de investigar esta denuncia.