La Cofepris emitió una alerta por la falsificación y comercialización ilegal de Cialis (tadalafil) en tabletas de 20 mg, utilizado para tratar la disfunción eréctil y la hiperplasia prostática.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta por la falsificación y venta ilegal de Cialis (tadalafil) en presentación de tabletas de 20 mg, caja con cuatro unidades, fabricado por Eli Lilly y Compañía de México, utilizado para tratar la disfunción eréctil e hiperplasia prostática.
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En un comunicado, la Cofepris explicó que el titular del registro alertó que los lotes A913777K y A915110M no son reconocidos ni comercializados por ellos, además identificó que se distribuyen en sitios no autorizados.
Al realizar un análisis de los empaques se revelaron una serie de irregularidades, confirmando que se trata de un producto falsificado, por lo que no está garantizada su seguridad, eficacia y calidad.
Cofepris agregó que se detectó la comercialización ilegal de Cialis en las presentaciones en frasco con 30 y 10 cápsulas, las cuales no están autorizadas por Cofepris. Además, este producto está clasificado como medicamento fracción IV, es decir, su venta requiere receta médica.
¿Qué es la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales. Normalmente, afecta a hombres mayores de 40 años, su prevalencia es de 55 por ciento en forma leve, 35 por ciento moderada y 10 por ciento severa. Sus causas pueden ser psicológicas, orgánicas y mixtas.
Por otro lado, la hiperplasia prostática benigna es la enfermedad urológica más común en hombres adultos, particularmente entre los mayores de 60 años, causando síntomas como el prostatismo. En México afecta a 35 por ciento de los hombres de esa edad, lo que constituye un problema de salud pública significativo.
Cofepris advierte que la distribución y comercialización de los lotes mencionados, así como de otros productos que no cuenten con licencia y responsable sanitario, constituyen una infracción a la Ley General de Salud.