Las fuertes lluvias no tienen precedentes, además de las terribles inundaciones, también trajeron cocodrilos a las calles.
Los monzones son comunes en Australia, sin embargo las inundaciones que han dejados los últimos días en el país no tienen precedentes. Miles de personas han tenido que dejar sus hogares y refugiarse en los albergues para ponerse a salvo.
Semejantes lluvias constituyen “un acontecimiento que ocurre cada 100 años”, dijo la jefa del gobierno del estado de Queensland, Annastacia Palaszczuk y añadió que en las próximas 48 horas habrá una gran limpieza.
Las lluvias han sido tan intensas que en siete días ha caído más de un metro de agua, la cantidad que aproximadamente cae en todo un año.
El domingo la lluvia fue tan fuerte que las autoridades se vieron obligadas a abrir las compuertas en la presa del río Ross para aliviar la presión, liberando alrededor de 1.900 metros cúbicos de agua por segundo.
“Flujos peligrosos y de alta velocidad ocurrirán en el río Ross el domingo por la noche hasta el lunes. Se esperan áreas de inundación sin precedentes en Townsville. Espere cortes en las rutas de acceso”, dijo la Oficina de Meteorología de Queensland en un comunicado.
Las autoridades creen que en el peor de los escenarios,unas 20.000 viviendas podrían estar afectadas por las inundaciones en Townsville, la más grande del área turística Sunshine Coast, que pertenece al estado de Queensland.
Residentes de la ciudad de Townsville, en el extremo nororiental de Australia y la más afectada por unas fuertes inundaciones, informaron del avistamiento de cocodrilos por las calles de la ciudad, según publicaron hoy medios locales.
Townsville floods 2019. #bigwet pic.twitter.com/kve5FzAyir
— Phil Staley (@Phil_Staley) 3 de febrero de 2019
Los servicios de emergencia avistaron la noche del domingo un cocodrilo de tres metros en una vía de la urbe.
El ejército desplegó un operativo, con coches anfibios con los que rescataron personas que estaban en sus techos salvaguardándose de la inundación, usaron costales de arena para contener las aguas.
El lunes, escuelas y tribunales permanecieron cerrados. Más de 16.000 personas no tenían electricidad, según Emma Oliveri, portavoz del grupo de distribución eléctrica Ergon Energy.
La principal vía que une el norte con el este de Australia también está cerrada, po lo que también ya hay problemas con la distribución de alimentos.
El servicio de meteorología prevé que las fuertes precipitaciones sigan registrándose durante los próximos días.
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