Este hecho cometido por fanáticos religiosos, donde las víctimas principales fueron niños, ha conmocionado a Panamá
El jueves 16 de enero fueron descubiertos los cuerpos de cinco niños y una mujer embarazada en una zona indígena del Caribe Panameño.
El Ministerio Público informó que los fallecidos tenían entre uno y 17 años y que estaban junto al cuerpo de una mujer embarazada que era la madre de los menores. Todos pertenecían a la etnia Ngabé buglé, la más numerosa y con mayores bolsas de pobreza en el país.
Antes del hallazgo la policía arrestó a 10 personas y rescató a 14 indígenas de una iglesia donde se desarrollaban los ritos en un caso inédito que ha conmovido al país centroamericano.
Según las autoridades, los detenidos -que también son indígenas y dijeron pertenecer a la secta “La nueva luz de Dios”- serán llevados entre el viernes y el sábado ante un tribunal en la provincia de Bocas del Toro, donde se registraron los hechos.
El fiscal de Bocas del Toro, Rafael Baloyes, dijo a la prensa que los detenidos eran conocidos en la comunidad y que uno de ellos es el abuelo paterno de los menores fallecidos.
Según Baloyes, supuestamente obligaban a familias enteras a participar en sus rituales. “Había personas retenidas contra su voluntad… había una mujer desnuda. Y todos estos actos eran para quitarle la vida si ellos no se arrepentían de sus pecados”.
Agregó que “uno de ellos indicaba que Dios le había dado un mensaje y por ello obligaba a las personas” a participar de los ritos.
De igual modo otros testigos dijeron que Jehová les ordenaba asesinar a los no creyentes.
Con información de
Excélsior
DMS