Muchos de los asistentes criticaron al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien alguna vez se describió como “orgullosamente homofóbico”
Cientos de miles de personas marcharon en Brasil, abarrotando una importante avenida de São Paulo, para uno de los desfiles del orgullo gay más grandes del mundo, el primero desde que Jair Bolsonaro fue elegido presidente.
Diecinueve escenarios móviles se esparcían por la avenida Paulista con interpretaciones en vivo de conocidos artistas brasileños, mientras que los asistentes vitoreaban discursos de activistas por los derechos de las personas LGBT alentando resistencia a la ola de política conservadora que recorre Brasil.
Los participantes cargaban una enorme bandera del arcoíris por la avenida, y muchos más lucían sombreros, brazaletes y camisetas con el mismo emblema. El desfile estuvo dedicado al 50mo aniversario de los disturbios de Stonewall en la ciudad de Nueva York, en los que la comunidad homosexual se rebeló contra la policía.
Sao Paulo ya está celebrando el desfile del Orgullo ?️? El primero con Bolsonaro de presidente
— naiara galarraga gortázar (@naiaragg) 23 de junio de 2019
aquí estoy, preguntando en este cóctel de fiestón y reivindicación política. Luego, crónica… pic.twitter.com/v1vJ572fk9
“Debido a todo lo que pasamos con la elección (de Bolsonaro), este es uno de los desfiles del orgullo más importantes para mostrar que aquí estamos, que vamos a seguir existiendo y resistiendo”, dijo Diego dos Santos Oliveira, uno de los organizadores del evento.
Muchos de los asistentes criticaron a Bolsonaro, un ex capitán del ejército de extrema derecha que asumió la presidencia de Brasil el 1 de enero, quien alguna vez se describió como “orgullosamente homofóbico”.
“Haré todo lo que pueda con mi voz para todos ustedes, porque estamos juntos en esto”, le dijo la cantante Luísa Sonza a la multitud. ¡Larga vida al amor! ¡No a él!”, gritó, una exclamación utilizada contra Bolsonaro.
Algunos de los asistentes portaban letreros en los que se pedía la salida del mandatario.
“No estaremos en el closet, ni en una tumba. Fuera Bolsonaro”, se afirmaba en una manta.
“Necesitamos cambiar la forma de pensar de la sociedad”, dijo Patricia Luzivo mientras veía el desfile. “Demasiadas personas están muriendo por salir del closet y ser homosexuales”.
Aunque São Paulo es sede de uno de los desfiles del orgullo gay más grandes del mundo y Río de Janeiro es un conocido destino del turismo homosexual, las personas de la comunidad LGBT en Brasil sufren elevados niveles de violencia. Según el grupo activista Grupo Gay Bahía, un total de 141 personas fueron asesinadas en delitos homofóbicos o se suicidaron entre enero y el 15 de mayo de este año, una cada 23 horas en promedio.
La organización de la #ParadaLGBT de São Paulo esperaba 3 millones de personas. La respuesta a los discursos homofóbicos de Bolsonaro se siente así en el asfalto de la av. Paulista. @teleSURtv pic.twitter.com/WZZCurGLNF
— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) 23 de junio de 2019
Muchos activistas dicen que la retórica anti gay de Bolsonaro incita o legitima la violencia contra las personas LGBT. En una ocasión declaró que preferiría tener un hijo muerto que uno gay, y en abril ocupó las primeras planas de los diarios cuando les dijo a los reporteros que Brasil “no puede ser un país del mundo gay, del turismo gay”.
Los activistas de la comunidad LGBT obtuvieron un triunfo importante este mes cuando el Supremo Tribunal Federal de Brasil votó a favor de declarar que la discriminación hacia los homosexuales y los transexuales es un delito.
Bolsonaro criticó el fallo como “totalmente equivocado”, y declaró que “profundizará la guerra de clases”. Dijo también que la decisión afectaría a las personas LGBT, ya que los empleadores estarían menos inclinados a contratarlas porque podrían ser llevados ante los tribunales “si hacen una broma”.
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