Pekín implementará medidas de apoyo para evitar una mayor desaceleración
Este lunes se espera que China informe que su crecimiento se encuentra en el nivel más bajo en 28 años. En medio de un debilitamiento de la demanda interna y el efecto de los aranceles estadounidenses, lo que añade presión a Pekín para implementar más medidas de apoyo que eviten una mayor desaceleración.
El debilitamiento de China también significa un riesgo para la economía global y empresas como Apple hasta fabricantes de automóviles ya comienzan a experimentar las desventuras de esta situación.
Los legisladores chinos han prometido más apoyo a la economía este año para reducir el riesgo de una pérdida masiva de empleo, pero han descartado una “inundación” de estímulos como las desatadas por Pekín en el pasado, que aceleraron rápidamente las tasas de crecimiento pero dejaron una montaña de deuda.
Se espera que en el trimestre de Octubre a diciembre la economía del país haya crecido al menos un 6,4 por cierto, desacelerándose del ritmo del 6,5 por ciento del trimestre anterior y alcanzando el nivel observado a principios de 2009 durante la crisis financiera mundial.
Los analistas creen que las condiciones que se viven en China, empeoraran con el paso de los meses ya que es un proceso a mediano plazo y la economía se desacelerará hasta el 6,3 por ciento este año. Algunos expertos creen que los niveles de crecimiento real ya son mucho más débiles de lo que sugieren los datos oficiales.
Chen Xingdong, economista jefe para China de BNP Paribas, dijo que los inversores no deben esperar que la última ronda de estímulos produzca resultados similares a los de la crisis mundial de 2008-2009, cuando el enorme paquete de gastos de Pekín impulsó rápidamente el crecimiento.
“Lo que realmente puede hacer China este año es evitar la deflación, una recesión y un duro aterrizaje en la economía”, mencionó Chen.
China publicará los datos del PIB del cuarto trimestre y de 2018 el lunes (0200 GMT), junto con la producción fabril de diciembre, las ventas minoristas y la inversión en activos fijos.
Algunas fábricas en Guangdong, el centro de exportaciones de China, han cerrado antes de lo habitual de los festivos del Año Nuevo Lunar debido a que la guerra arancelaria con Estados Unidos reduce los pedidos. Otros suspenden las líneas de producción y reducen las horas de trabajo. Esto sería indicativo que si la guerra comercial se prolonga algunos trabajadores migrantes no tengan trabajo a su regreso.
Hasta ahora, los políticos chinos han acelerado los proyectos de construcción y han reducido los impuestos y algunos aranceles de importación para estimular la demanda.
También el banco central redujo la cantidad de fondos que los bancos deben destinar a reservas (RRR) para liberar más para préstamos, en particular para las empresas más pequeñas y vulnerables.
Sin embargo una flexibilización más fuerte podría presionar al yuan y agravar los altos niveles de deuda, y el dinero se destinará a inversiones menos eficientes o especulativas.
Se cree que China podría entregar recortes de impuestos y tarifas de 2 billones de yuanes ($ 295.130 millones de dólares) este año, y permitir a los gobiernos locales emitir otros 2 billones de yuanes en bonos especiales que se utilizan principalmente para financiar proyectos clave.
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